Esta no era mi palabra elegida para esta semana, una palabra especial de la que tengo muchas ganas de hablar, pero para eso necesito fuerza, cariño y pasión, y algo de eso me falta ahora mismo.
Tenía otra palabra en el bolsillo, casi preparada, lista para salir del horno, pero tengo que hablar de otra cosa.
Hoy, me siento así, esos días en los que no puedo más, en los que me falta tal energía que creo desmayarme.
La vuelta de las vacaciones está siendo dura (solo ha sido una semana, pero me ha parecido un mes. (una se acostumbra a lo bueno muy rápido), volver a ir al trabajo en tren y con la bicicleta, algo que me encanta, pero tengo que decir que mis músculos estaban, están, muy desentrenados.
Toda la tarde con mi niño, mi amor, mi pasión, pero con una energía elevada a la máxima potencia y que requiere una atención constante.
Una casa que parece tener un duendecillo ensuciador y desordenado que pretende ponerme a prueba, pues ordeno y limpio todos los días y, al día siguiente, vuelve a ser una casa-pocilga.
Todo esto junto hace que hoy esté completamente sin fuerzas, quiero gritar por todo lo alto ¡¡NO PUEDO MÁS!! , quiero echarme al sofá y no hacer nada, quiero irme a la cama a la hora que sea, quiero dormir hasta reventar.
Pero no puedo, soy madre, tengo un nene precioso, que no tiene la culpa de nada, que solo quiere estar con su mamá y jugar con ella, que confia en ella para limpiarle, cuidarle y darle de comer.
Esto es ser mamá, sacar fuerzas de algún lugar profundo, aunque ya NO PUEDA MÁS.
(Nota : Esto lo escribí ayer por la noche…. hoy espero poder mucho más!!!!)