La Maternidad de la A a la Z: Z de ¡ZAS, en toda la boca!

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI

Para esta vigésimoprimera (es que mola mucho más escrito que con números) edición del diccionario maternal, elijo la Z de ¡ZAS, en toda la boca! Sencillamente porque en los 4 años que llevo de maternidad y el año y poco que llevo de bimadre, ésta ha sido una expresión que me ha hecho mucha compañía, tanto en versión input como en versión output.

Evidentemente, su definición vendrá sola conforme avance en esta entrada, ya que los miembros de la RAE aún están en dudas sobre si añadirla o no al diccionario. Si me preguntan a mí, les diré que ésta y "liarla parda" son imprescindibles, al menos en la versión Diccionario Maternal RAE. ¡Ah! ¿Que no existe eso? Trimadreeeeeeeeee30, ya estás llamando.

Situaciones ¡ZAS, en toda la boca!:



  • El estupendo momento en que, ante malignos comentarios sobre tu peso/hinchazón de embarazada, chuleas y presumes de que sólo llevas un kilo por mes... Y entonces, vas al ginecólogo y te dice: "a ver si voy a tener que ponerte a dieta, que llevas casi 3 kilos en este mes, maja". ¡ZAS, en toda la boca! Eso sí, tú a seguir presumiendo y guardando ese oscuro secreto...
  • Cuando, en otro alarde de presunción, y en un intento de consolarte a ti misma porque no es que tengas al niño que mejor duerme del planeta (de ahí mi aspecto diario de walking dead mom), sueltas llena de autocomplacencia y con desparpajo "los míos nunca han sido de dormir bien, ahora, comer comen de lujo, y de todo..." ¡ZAS, en toda la boca! Porque Rubiazo esa misma noche decide iniciar una huelga de hambre indefinida, hasta que retires lo que has dicho.
  • Ese día en que, con toda la ilusión (llamadme materialista, no me importa, todos tenemos nuestro momento "material"), le dices "sí, quiero" a una compi que te ofrece hacer un pedido común de teléfonos móviles chinos (sí, chinos, es lo último en tecnología extranjera punta; pasando de pagar "marcas" para que mi móvil acabe en el wc o dentro de la nevera por error u omisión). Que diréis... ¿móvil es a maternidad como...? Pues en mi caso "como cámara es a fotógrafo", porque hago foto de y a todo. Además, I need my whatsapp groups para desconectar y pegarme unas risas a ratos, leñe. Bueno, estábamos en ese día en que, tras tu casi impulsivo "sí, quiero" y después de tardar casi un mes en ponerte a mirar modelito, al fin, hacéis juntas el pedido, en perfecto inglés estándar, for if the flies, y te vas a las vacaciones de Navidad pensando que los RRMM este año cambian el carbón por un par de móviles (gracias, mi vida, por haber "pedido" un bolso para mí, porque si no, ¡ni carbón!). Pues, en este caso, hemos recibido varios ¡ZAS, en toda la boca!, tanto por parte de los chinos mandarines, con nombres tan originales como Rain, como por parte de la estupenda empresa de transportes que gestionaba la operación "móviles que han de llegar antes de Reyes", o lo que es lo mismo, DHL. Porque entre que nos cobraran más impuestos de aduanas según te contestara al mail un chinito u otro, que los de DHL reciban la mercancía (leído así suena tan delictivo...) y no te avisen, que mi compi (después de todo esto, me atrevo a llamarte amiga, si no te importa) llame para preguntar y le respondan "que habían intentado llamar"... ¿Perdón? ¿Y en qué quedó el intento? ¡Caraduras! Que cuando, por fin, después de hablar con nuestro colega Rain y decidir que pagamos las tasas, demos el "ok" a DHL y nuestra vida de pronto se meta en una espiral sin fin ni principio, en la que se oye todo el tiempo una de mis (ex) canciones favoritas "Ain't no mountain high" y una voz que te dice "en estos momentos todos nuestros operadores...", y así durante tres largos días... y llegue el día de Reyes... ¡Y pase! ¡Y no tengas el teléfono! Y estés todo el puto día tarareando la cancioncita, ¿es o no un ¡ZAS, en toda la boca! en toda regla? Lo es. Lo mejor de este ¡ZAS, en toda la boca! es sin duda el momento en que ¡al fin! la otra persona implicada consigue hablar con una persona-no contestador y le comunican que los teléfonos llegan al día siguiente a su casa; sí, pero justo llegan en el único momento en que ella no está y el mensajero decide, en vez de llamar, dejar una notita con el siguiente mensaje "llame al 902..." Y ¡vuelta a empezar! Ain't no mountain high, ain't no valley low..." NO MAIS DHL. Prometido. No me olvido de la excursión previa que mi amiga, y su amiga, se dieron hasta la sección de aduanas del aeropuerto, con pérdida incluída de por medio, para volverse de manos vacías. ¡ZAS, en todo el cuerpo!
  • Cuando le prometes algo a tu hija de 4 años, que resulta que es la niñamemoriadeelefante, pequeño detalle que tú olvidas, y al día siguiente a la hora exacta en que la actividad debería estar empezado, cual reloj biológico, la adorable Pichu te dice "¿Hoy no era cuando íbamos a...?" ¡ZAS, en toda la boca! Porque a ti te han surgido mil historias que hacer con más o menos urgencia, y con las que no contabas cuando prometiste el cielo. Historias que, por supuesto, decides posponer por aquello de inculcar el sentido de la responsabilidad y el "tener palabra". Y ya se te ha desbaratado el calendario.
  • Cuando, con el trajín de días, arriba y abajo, tienes la nevera y la despensa más bien descontroladas y anárquicas, bastante a su rollo y pasándose al régimen autónomo, y planeas un menú de estos que sacan de cualquier apuro, de manera que aprovechas toooooda la mañana y llegas tan tranquila a casa a mediodía con el tiempo justo. ¡ZAS, en toda la boca! Porque no tienes ni un ingrediente de los que necesitas. ¿En qué momento los habías visualizado? ¿En un regreso al futuro / pasado a lo M. J. Fox?
  • El día en que lleváis las horas con los segundos más que contados porque, como has empleado uno en cumplir tu promesa (véase el párrafo anterior al anterior), DEBÉIS solucionar ciertas cosas que, si no es en vacaciones, tienen mal arreglo por tema horarios y demás. ¡ZAS, en toda la boca! Porque ese preciso día, Rubiazo se levanta malo o salís de casa 2 horas más tarde o te da un ataque de lumbago o circunstancias ajenas a "vuestra" organización impiden que se cumplan los planes. Total, que no hacéis nada de lo planeado y os toca dejarlo todo para las siguientes vacaciones. Pero la idea era buena, que conste.
  • Cuando, una vez más, en un ataque de pavoneo máximo, presumes (en voz bien alta) de lo "bien" que está pasando Rubiazo el invierno, vamos, que quitando de un resfriado al principio, no ha faltado a la guarde más que esa vez (ni tú ni tu marido al trabajo, como consecuencia), porque lo que tiene es lo de todos los niños "velas que acompañan hasta julio". ¡ZAS, en toda la boca! porque ese mismo día te llaman a mediodía de la guarde porque está con fiebre, y bien altita. Ale, a la próxima vuelves, guapa. Varios días de encierro obligado y haciendo maniobras orquestales para buscar apaño y que alguien pueda quedárselo, que te llegas a plantear si meterlo en un palé (en la cestita ya no cabría) con una notita y dejarlo en la puerta de algún vecino, a ver si cuela. Aunque en este caso, el número de puertas se reduce casi a una y la cosa se complica; es lo que tiene vivir en "ésta, nuestra comunidad".
  • Esa noche en que te las prometes felices porque, por el aspecto de ambos retoños, dirías que "hoy caen pronto y rendiditos" y planeas un montón de cosas que puedes hacer, como por ejemplo NADA. Y sin embargo, llega la hora de acostarlos y ¡ZAS, en toda la boca!, bien porque están poco entusiasmados con Morfeo, bien porque uno o ambos no paran de despertarse, bien porque te quedas frita contándole el cuento a Pichu o dándole teta a Rubiazo, y te despierta tu marido al rato largo, pero tú te vuelves a dormir, así hasta que te despiertas del todo casi a las 00:00 y entonces... ¡te desvelas! (hasta aquí los ¡ZAS! versión input)
  • Y sin entrar en detalles por eso de no ser mala, pero no pudiendo dejar de mencionar así, en plan general, todos esos momentos en que alguien de tu entorno ha juzgado, ha opinado sin saber, ha presupuesto o ha criticado de manera (nada) disimulada tu manera de amamantar, el tiempo que has decidido hacerlo, tu manera de educar, alimentar, cuidar, jugar con, vestir o cualquier aspecto relacionado con tus hijos y lo ha hecho sin fundamento y sin cariño:  ¡ZAS, en toda la boca! porque el tiempo nos va dando la razón en que, evidentemente con muchos errores, pero también con muchísimos aciertos, estamos criando y educando a dos hijos estupendos, ambos con un gran corazón, con mucha alegría y ganas de vivir y muy respetuosos entre sí y para con los demás. (hasta aquí los ¡ZAS! versión output)
Y hasta aquí una pequeña lista de ¡ZAS, en toda la boca! que no hago más larga por no aburrir, porque "puedo prometer y prometo", a lo Scarlett O'Hara, que me sobran ¡ZAS! a punta pala. Es lo que tiene ser madre y hacerse irremediablemente mayor, "rayajos" en los ojos incluídos, que diría Pichu (con amor, con mucho amor, eso sí).

CON M DE MAMÁ y Z DE ¡ZAS, en toda la boca!