La maternidad y paternidad como oficio ¿es un problema?

Por Mamapsicologain @mamapsicologain
Recientemente cayó en mis manos una entrevista realizada a Joan Corbella, psiquiatra de renombre en España por ser un gran divulgador de esta ciencia y de su aplicación en la vida cotidiana. En ella da su punto de vista sobre las consecuencias de la sobreprotección, temática que he tratado también en este blog y en otros artículos publicados en otros medios y a los que os remito al final de este post.


Referente a la entrevista, a la que podéis acceder siguiendo el enlace que os ofrezco al final del artículo, me llamó especialmente la atención la siguiente afirmación:
Hay padres que hacen de la paternidad un oficio.
Sí, es cierto que muchas madres y padres hemos hecho de nuestra maternidad nuestro trabajo, dedicándonos de lleno a nuestros hijos, acompañándoles durante sus primeros años de desarrollo para poder ofrecerles la oportunidad de que aprendan junto a sus referentes más importantes: sus madres y/o padres.  Es obvio, pues, que principio yo no vea ningún inconveniente en hacer de nuestra maternidad un "oficio" (ocupación habitual) aunque caben matices y por supuesto en algo estoy de acuerdo con el Dr. Corbella.

Corbella continua: 

hay un tipo de padres que se preocupa demasiado por todo. Están siempre encima del hijo y sufren por él. Quieren transmitir valores y hábitos rápidamente. Son padres que en realidad no hacen de padres, sino que hacen un oficio de la paternidad.

En lo que no estoy de acuerdo es en la consideración negativa de la última frase. La lea como la lea no acabo de ver el encaje con las dos anteriores, aunque entiendo lo que quiere expresar. 

Bajo mi punto de vista quien ejerce de padre o madre queriendo y creyendo en lo que hace, como aquel buen trabajador que hace de su trabajo su oficio, quiere hacerlo lo mejor posible y para ello es importante tener en cuenta que debemos:

  • ser padres conscientes y consistentes en lo que decimos y hacemos, con los límites y normas que establezcamos;
  • padres con tiempo y no solo tiempo de ese mal llamado tiempo de calidad para dedicar a nuestros hijos, sin excesivas prisas ni agobios;
  • ser padres flexibles, pacientes y respetuosos con los ritmos de aprendizaje de cada uno de nuestros hijos, entendiendo su individualidad;
  • padres que trabajemos por educar bajo valores positivos como la tolerancia, el respeto, la cooperación, ... entre otros muchos
  • facilitar y promover la autonomía e independencia de nuestros hijos;
  • padres dialogantes y comunicativos,
  • ... en definitiva padres implicados en la educación integral de nuestros hijos.
Por otra parte coincido plenamente con esta afirmación de Corbella:
Me encuentro con parejas jóvenes que consideran un trabajo el hecho de estar con los hijos; lo ven como una prolongación del “tengo que hacer”. A un crío no puedes llevarlo a pasear como si fuera una obligación; lo nota y no se siente querido. Creo que estamos construyendo una sociedad donde los niños molestan. Pronto habrá letreros en los restaurantes en los que pondrá “prohibido entrar niños”.
Es evidente que no debemos sentir que nuestros hijos son un estorbo, que nos molestan ... Y si así lo sentimos es que algo ocurre, algo que debemos intentar cambiar de inmediato.  Puesto que si de algo estoy segura y convencida es que ser madre o padre es el trabajo más increíble que uno puede tener, un trabajo que requiere tiempo, paciencia y altas dosis de tolerancia (el amor lo doy por supuesto) así que ¿dónde está el problema de hacer de la maternidad o paternidad un oficio? El problema está en la sobreprotección y en intentar hacer de nuestros hijos niños modélicos en lugar de aceptarlos tal y como son.

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