Una vez más voy a abusar un poco de mis amigos ( esos que han estado años intentando ser padres, que habían intentado la inseminación artificial y que, al final, se van de vacaciones y vuelven siendo tres. Esos amigos que ahora son papas recientes y que por mucho que lo han intentado, no han logrado iniciar la lactancia materna con éxito).
Como ya comenté, fuimos con ellos a comer hace unos días...( bueno, casi, casi dos semanas...). Durante la comida, entre otras cosas hablamos de la maternidad y la paternidad.
Mis amigos se sienten sobrepasados por la experiencia. Y no me extraña, yo también lo estaba al principio ( y creo que aún lo estoy en ocasiones, aunque como le dije a Belén hace tiempo en su blog, creo que he llegado a un estado Zen de la maternidad... aunque eso lo dejo para otro post).
Como iba diciendo, están en un estado de "decepción" por la experiencia. ¿ Porque ? Porque nada es tan bonito y placentero como lo pintan.
Cuando la gente habla de sus experiencias con los bebes, siempre es en positivo, todo es estupendo y de color de rosa, nada va mal, nada es negativo... Pero, ¿ Que pasa si tu realidad con un recién nacido no es como las historias que te han contado? ¿ Que pasa si nada es tan bello y dulce como dicen por ahí?
Las opciones que te quedan es plantearte que:
a. Tu eres raro
b. Tu bebe es raro
c. La gente miente
Y, desde luego, creo que la opción correcta viene a ser la C.
No se si será por el efecto de las hormonas, o porque siempre se ha hablado de la maternidad de forma positiva y no vas a ser tu el que haga caer un mito ( para luego pasar a la historia como la madre más mala del mundo, que se atrevió a decir que la maternidad no es una experiencia preciosa desde el mismo momento del parto ), pero nunca nadie habla de las cosas malas de la mater/paternidad, de lo duro que es no tener tiempo ni para mear, de tener que ducharte como las abuelas, es decir, en seco y por partes, de pasarte el día sola con un bebe que solo hace que llorar,...
Tal vez la edad también influya en algo. Mi amiga tiene la misma edad que yo, han pasado años viviendo la mar de bien, sin horarios, sin obligaciones, se han dado unos buenos viajes,... Pero al tener un hijo, todo eso cambia. No te puedes levantar a la una de la tarde, o irte al cine, tienes una responsabilidad....Y necesitas tiempo hasta que te acostumbras a tu nueva vida.
Ser madre es maravilloso, pero también, en cierta manera, es algo horrible.