Las supernovas son acontecimientos puntuales y colosales, difícilmente imaginables, debido a la violencia de estas explosiones. Son tan potentes y brillantes que en el año 1987 pudimos ver una a simple vista en una de las galaxias satélites de la Vía Láctea; la Gran Nube de Magallanes, una galaxia situada a 136.000 años luz del Sol. Las supernovas, en ocasiones, se hacen tan brillantes como toda una galaxia, es decir, como cien mil millones de estrellas juntas. La supernova de la galaxia M 65 está creciendo en brillo y expandiéndose desde que fue descubierta. Ahora sólo se puede observar con potentes telescopios o con técnicas fotográficas. Esta supernova de tipo II era una solitaria y masiva estrella, que agotó sus reservas de hidrógeno, helio y otros elementos más pesados. Llega un momento en que en el núcleo de la estrella se crea hierro y níquel y ya no puede liberar más energía, al no poder convertirlos en otros elementos más pesados, pero ello es necesario para mantenerla estable. Las estrellas se estabilizan por dos fuerzas fundamentales: una es la gravedad, que tira de toda la estrella hacia dentro, otra es la fuerza de la energía que libera hacia el exterior al convertir unos elementos químicos en otros. Ninguna de estas dos fuerzas puede fallar, de lo contrario la catástrofe está asegurada. Cuando esta energía -que hace que la estrella se dilate, en contraposición a la gravedad que hace que caiga- se detiene, la estrella se hunde en un instante, pues la gravedad gana. La presión es tal en el núcleo estelar que la temperatura aumenta hasta los 3.000 millones de grados. El hundimiento de la estrella sobre sí misma genera tal cantidad de energía que esta explota.
Convertida en un agujero negro
La explosión de una supernova no es el fin, sino el principio de nuevas generaciones de estrellas. La explosión provoca que el gas y el polvo existente entre las estrellas se comprima más rápidamente. Las estrellas nacen por la implosión de las nubes de gas y polvo. Las supernovas aceleran el proceso y además enriquecen con elementos más pesados, como el hierro a las nuevas estrellas. Lo más probable es que la supernova 2013am se convierta poco a poco en un agujero negro, un pozo de donde nada puede escapar por muy veloz que sea, ni tan siquiera la luz cuya velocidad es de 300.000 km/s. El núcleo de lo que fuera una gigantesca estrella colapsará y se reducirá prácticamente a nada, pero con una masa varias veces la del Sol la fuerza de la gravedad será tan intensa que podrá engullir planetas y estrellas.
Fuente: abc ZONA-CIENCIA