La mayor reserva de agua del planeta se encuentra a 600 km bajo tierra

Publicado el 31 julio 2014 por Dislorth @TuParadaDigital

Cuando hablamos sobre la capa conocida como manto, ubicada a más de 600 kilómetros bajo la corteza terrestre, solemos imaginar un océano de lava. Sin embargo también hay agua, y en grandes cantidades. Un nuevo estudio publicado en la revista Science apunta a que, en realidad, el manto alberga una masiva cantidad de agua tres veces superior al agua de todos los océanos combinados.
La idea de que hay grandes cantidades de agua en el interior de la corteza terrestre lleva tiempo en la mente de los científicos, pero hasta ahora no se habían podido encontrar indicios de su existencia a nivel planetario. 
Estas pruebas han llegado de la mano del geofísico de la Universidad Northwestern Steve Jacobsen y su colega Brandon Schmandt, sismólogo de la Universidad de Nuevo México.
Los investigadores pusieron en funcionamiento una red de 2.000 sismógrafos con los que medir la propagación de las ondas sísmicas a diferentes profundidades. Estas ondas se mueven a distinta velocidad sobre agua o sobre roca sólida, lo que les ha permitido calcular la existencia de agua y su cantidad.
En realidad, no se trata de océanos subterráneos como los imaginados por Julio Verne en Viaje al Centro de la Tierra. Al simular las condiciones de altísima presión a esa profundidad, Jacobsen y Schmandt se dieron cuenta de que el agua está integrada a nivel molecular con la piedra. Esta unión es especialmente abundante en un mineral llamado Ringwoodita que, al ser sometido a altas presiones, reacciona como una esponja a nivel molecular.

Los dos investigadores creen también que esta enorme cantidad de agua en la roca es la que facilita la creación y flujo de magma a esas profundidades. Las reservas de agua del manto son pues imposibles de extraer, en primer lugar por la profundidad a la que están, y en segundo lugar por sus condiciones químicas. Sin embargo, el descubrimiento es crucial para entender mejor los procesos que tienen lugar en el interior de nuestro planeta.