Jack et la mécanique du coeur
Año:
2014
Fecha de estreno:
Sin fecha
Duración:
94 min
País:
Francia
Director:
Stéphane Berla, Mathias Malzieu
Reparto:
Animación
Distribuidora:
Vertice Cine
Le jour le plus froid du monde. En la noche más fría del mundo, en Edimburgo, Jack nace de una manera casi milagrosa. Pero el frío ha calado demasiado en el pequeño cuerpo del recién nacido y su corazón se ha helado: a partir de ese momento tendrá que vivir con un reloj de cuco en mitad de su pecho y, a cambio de su vida, tendrá que cumplir tres normas. No tocar jamás sus agujas, no sucumbir ante la ira y nunca, bajo ninguna circunstancia, enamorarse. Pero su vida cambia el día en que se encuentra con la joven que empuja a Jack a realizar el viaje más grande de toda su vida: el que le enseñará a descubrir la mecánica de su corazón.
Basada en la novela homónica de Mathias Malzieu, La mecánica del corazón resulta una grata sorpresa para la animación actual y para el -casi siempre- mediocre mundo de las adaptaciones literarias. Y es que se nota que Malzieu no sólo ha estado presente en la dirección y todo el proceso de adecuación del guión, sino que también ha aportado la música de su propia cosecha, con su grupo Dionysos. Los hay que no pierden el tiempo, está claro.
Aunque una servidora no es muy aficionada a los musicales, me resulta inevitable reconocer que la banda sonora de esta película resulta absolutamente genial, tanto por sí misma como en sincronización con la animación, que nos remonta inevitablemente a una estética burtoniana que, sin embargo, resulta mucho más dulce, onírica y embriagadora. Aún así, el siniestro antagonista no puede dejar de recordarnos a un atormentado y cruel Eduardo Manostijeras. En definitiva, La mecánica del corazón está cargada de magia. No en vano, toda la cinta es un conjunto de cautivadores escenarios surrealistas y personajes de lo más variopintos: desde Jack el Destripador hasta Georges Méliès.
Como ya se ha anticipado, el hilo conductor de La mecánica del corazón es la idílica e imposible historia de amor entre Jack y la hermosa cantante miope, a la cual el protagonista perseguirá hasta el corazón de Andalucía, al ritmo de unas sevillanas sui géneris y molinos de viento. Stéphane Berla y Mathias Malzieu han hecho tan buen trabajo que todas y cada una de las licencias de la historia quedan empañadas por un ritmo narrativo increíble y una atmósfera que te atrapa desde el primer fotograma. En fin, un maravilloso ejemplo de cómo la animación no está reservada para los niños ni para los domingos muertos.
Una historia utópica, increíble e inverosímil que hace las delicias de los que ante un mundo inevitablemente triste no podemos, ni queremos, dejar de darle cuerda al corazón.
7/10