Rush como he dicho, es el alma de la película, borda el personaje, llegando a transmitir no solo con sus palabras, sino con sus gestos, miradas y muecas, algo que pocos actores pueden llegar a conseguir de una manera tan perfecta. Pero el resto no se queda atras. Jim Sturgess, esta perfecto en su papel, y Donald Sutherland, parece en piloto automático, pero no de una manera peyorativa, sino todo lo contrario, lo hace tan bien, que no parece que le cueste ningún esfuerzo parecer tan creíble como muestra en pantalla. Y también tenemos a Sylvia Hoeks, encarnando a esa misteriosa mujer agorafóbica, y que desde sus palabras al inicio, hasta su interpretación más física a partir de mitad de la película, hacen que no solo sea el rostro perfecto para la película, sino también la actriz.
Rush como he dicho, es el alma de la película, borda el personaje, llegando a transmitir no solo con sus palabras, sino con sus gestos, miradas y muecas, algo que pocos actores pueden llegar a conseguir de una manera tan perfecta. Pero el resto no se queda atras. Jim Sturgess, esta perfecto en su papel, y Donald Sutherland, parece en piloto automático, pero no de una manera peyorativa, sino todo lo contrario, lo hace tan bien, que no parece que le cueste ningún esfuerzo parecer tan creíble como muestra en pantalla. Y también tenemos a Sylvia Hoeks, encarnando a esa misteriosa mujer agorafóbica, y que desde sus palabras al inicio, hasta su interpretación más física a partir de mitad de la película, hacen que no solo sea el rostro perfecto para la película, sino también la actriz.