Durante esta semana, el mundo estaba pendiente de como iba a acabar la reunión entre los países occidentales más influyentes e Irán respecto a las pruebas nucleares que iban realizando durante estos años recientes. Y parece que acabó de manera fructífera pudiendo visitar las instalaciones nucleares los funcionarios del Organismo Internacional de Energía Atómica y que pare de manera inmediata esas pruebas que tanta tensión generó en la zona, al menos, durante 15 años. Pero hay que matizar que esto ha sido posible gracias a la llegada al poder del moderado presidente iraní Rouhani ya que con el conservador Ahmadineyad dicha oportunidad ni siquiera podía celebrarse mediante reuniones.
Mientras que la comunidad internacional se alivia con la noticia, el régimen norcoreano se ha apresurado a decir que la negociación sobre su programa nuclear en su país no será posible. Parece que Estados Unidos ha querido matar dos pájaros de un tiro aliando con el gobierno surcoreano tratando de convencer a Corea del Norte e Irán con el tema nuclear pero finalmente llegó solamente a un acuerdo con el último. Los diplomáticos norcoreanos de las Naciones Unidas dicen que ante el crecimiento de la hostilidad por parte de Estados Unidos el avance del diálogo no será posible. Al menos, durante a medio plazo.
Hay que recordar que Corea del Norte ya realizó tres ensayos nucleares (el último, en febrero de 2013) estos últimos años. La élite política del país dice que ellos pararían con sus ensayos nucleares si Corea del Sur deja de realizar maniobras militares conjuntas con Estados Unidos. Pero aquí hay que aclarar una cosa. A pesar de que la estancia militar es obligatoria para todos los hombres surcoreanos durante un año y diez meses y que una parte importante del PIB lo utiliza en gastos militares y no en asuntos sociales, Corea del Sur sigue siendo muy débil sin la asistencia de Estados Unidos. No trato de defender en absoluto estas maniobras militares pero la zona geográfica donde está situada las dos Coreas es una de las partes con más tensión que se conoce actualmente. Y precisamente Corea del Norte, con su estrategia implacable, trata de conseguir la ruptura entre los dos aliados para, desde mi punto de vista, poder atacar algún día de nuestras vidas su "territorio sureño". Es decir, todo es táctica. El diario de Corea del Norte