Más de doscientas treinta personas se dieron cita en las inmediaciones del antiguo penal, en un acto enel que primó la emoción y el recuerdo a las víctimas de la represión franquista. Tanto en las intervenciones del alcalde de Bustarviejo, Juan Antonio Sacaluga; como en la de los miembros del equipo de investigación del proyecto Alicia Quintero y Álvaro Falquina; y en los familiares de los presos, Antonio Sin y Santiago Martín, se recalcó la importancia de rescatar del olvido y del silencio nuestro pasado reciente, “recuperar la historia de todos aquellos sin historia”.
Los escritores Jorge Martínez Reverte, vecino de Bustarviejo y autor de diversas obras sobre la Guerra Civil; Manuel Rico, autor de la novela Trenes en la niebla, sobre los campos de trabajo forzado en la línea ferroviaria Madrid-Burgos y Andoni Ros Soler; el periodista Carmelo Encinas o la abogada Cristina Almeida, fueron algunas de las personalidades presentes en el acto de inauguración de las obras de rehabilitación del Destacamento Penal Franquista. Junto a ellas, delegaciones del PSM y de IU, así como el equipo de Gobierno de Bustarviejo, de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, representados por Carmelo Plaza y José Javier Cubillo, respectivamente, la actriz Maribel Alonso, la cantante Elisa Serna y el cineasta de Memoria en Acción, Diego Molina Romero. También estuvieron presentes, miembros de diversas asociaciones como la Asociación por la Memoria Social y Democrática de España (AMESDE) y su presidente Jaime Ruiz Reig.
El Consistorio ha iniciado los trámites para que la Comunidad de Madrid conceda la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de este espacio de gran valor histórico, cultural y ecológico. Además, el Ayuntamiento pretende convertir el Destacamento en un Museo que albergue un Centro de interpretación del yacimiento y una exposición permanente de fotografías y documentos sobre la represión franquista.
La redención
“Yo entiendo que hay, en el caso presente de España, dos tipos de delincuentes; los que llamaríamos criminales empedernidos, sin posible redención dentro del orden humano, y los capaces de sincero arrepentimiento, los redimibles, los adaptables a la vida social del patriotismo. En cuanto a los primeros, no deben retornar a la sociedad; que expíen sus culpas alejados de ella, como acontece en todo el mundo con esa clase de criminales. Respecto de los segundos, es obligación nuestra disponer las cosas de suerte que hagamos posible su redención. ¿Cómo? Por medio del trabajo”.(Declaración de Franco al periodista Manuel Aznar, otrora abuelo de José María Aznar).
El máximo órgano gestor del discurso o programa de la redención de penas fue el Patronato Central de Redención de Penas, creado en 1938, que a partir de 1942 sería reformado y pasaría a denominarse Patronato Central de Nuestra Señora de la Merced para la Redención de Penas por el Trabajo.
Se trataba de un organismo complejo, presidido por el director general de Prisiones, pero en el que participaban religiosos y civiles de Ación Católica y diversas cofradías asistenciales, con la colaboración de otras entidades como el Patronato de Protección a la Mujer, creado en 1941 y presidido por Carmen Polo de Franco, el Servicio de Libertad Vigilada o el Patronato de San Pablo para hijos de presos y penados.