Aunque estoy seguro de que le da igual, siempre que siga siendo presidente de la mesa del Congreso, que es lo que le interesa.
Querido Patxi, tu entronización, tu presidencia, ha servido para esto. Para dar a cambio la mayoría de la mesa a la derecha, que no la tiene ni en diputados ni en votos. Pero claro había que hacer a Patxi presidente, por encima de todo. El resultado no es sino el signo de lo que va a venir. Estás de presidente pero te estás convirtiendo en un monigote de la derecha, que con su mayoria –esa que el PSOE podía haber evitado y no lo ha hecho para hacerte presidente— es quien dirige la mesa, tú te vas a hinchar a dirigir una mesa que va a ejecutar, a menudo, lo contrario de lo que te gustaría. Eso sí, la presidencia no hay quien te la quite, y eso para ti es lo importante.
Ya fuiste un ejemplo cuando, sin importarte dimes y diretes, con la excusa del terrorismo, te aliaste con el PP y conseguiste ser lehendakari apoyado en tus contrarios políticos.
La primera jugada de la derecha en el Congreso ha sido negar a IU hacer un grupo parlamentario junto a Bildu y a Esquerra Republicana, en una demostración de sectarismo y de aplicar la apisonadora desde esa instancia. Es lo que tiene dar la mayoría a la derecha, al PP y a su socio adjunto, Ciudadanos.
El mismo López ha dicho que este agrupamiento se ajustaba escrupulosamente a las normas para ser autorizado por la mesa, pero claro, el juego de la mayoría absoluta de la derecha ha empezado a funcionar. Da igual que esta petición viniera avalada por los letrados del Congreso, quienes, a petición de los partidos que querían agruparse, han dictado un informe jurídico positivo para tal unión.
Y es que les importa un pito lo que otros digan, sean técnicos o políticos. Ellos van a lo suyo, el odio les puede y toman sus decisiones basada en el rencor y en aquella premisa de que “al enemigo ni agua”. Lástima que Ciudadanos, que ha tenido la primera oportunidad para diferenciarse del PP, haya confirmado ser su marca blanca por mucho que trate de disimularlo.
Este es un claro intento, otro más, de apagar voces contrarias, de hundir a quien no está de acuerdo, de callar a quien piensa distinto. Y aunque no lo van a conseguir, si que de momento han restado posibilidades importantes de visibilidad a estos tres grupos. Da igual tener un millón de votos.
La razón que dan es que se unen para cobrar el dinero que perciben los nuevos grupos. Y es que da asco que te hable de dinero esta gentuza pepera, que ha dilapidado dinero público por doquier y que ha constituido redes mafiosas que todavía funcionan y que se han llevado millones de euros del dinero de todos nosotros, mientras ha creado la mayor desigualdad económica de la OCDE, después de Chipre. Y Gómez de la Serna sigue sentado en el escaño, eso es una simple anécdota.
Total, casi un millón de votos al grupo mixto. Un millón de votos con una visibilidad muy limitada.
Y Patxi López, ese socialista vasco que hoy es y presume ser presidente de la mesa del Congreso, se siente feliz en su nuevo cargo, aunque dice sorprenderse y no se explica que esto haya ocurrido. ¡Hay que ser simple!
¡Gracias, Patxi! ¡Gracias, PSOE!
Salud y República