El 14 de noviembre, el Museu Fundación Juan March inaugura en su Gabinete de Obra Gráfica la muestra La Minotauromachie (1935). Picasso en su laberinto (hasta el 31 de mayo de 2014), con una selección de estampas de la Suite Vollard y ejemplares de la revista Minotaure acompañando La Minotauromachie, la pieza central de la producción gráfica de Pablo Picasso y perteneciente a la colección de la Fundación; una obra de tirada muy reducida (de la que apenas hay ejemplares en nuestro país) y que algunos especialistas consideran la estampa más importante de todo el siglo XX.
La Minotauromachie, un aguafuerte de grandes dimensiones, realizado en 1935, y esencial en la producción del artista malagueño, de hermético significado y del que se realizó una tirada pequeña, es una síntesis iconográfica de todos los motivos que más tarde se recogerán en el Guernica (1937) -el Minotaruro, el grupo central del caballo herido con mujer-torero recostada sobre él, la niña con la vela, las mujeres que contemplan la escena- y que, igualmente, habían sido tratados con anterioridad en multitud de grabados y dibujos. La Minotauromachie es una obra intensa y uno de los mayores logros de la historia del arte. Picasso consigue captar en esta obra la angustia existencial del ser humano partiendo de situaciones vividas y realidades sentidas personalmente, echando mano de toda clase de recursos formales, de símbolos y figuras de otras generaciones, épocas y culturas, extrapolando una experiencia personal a un lenguaje universal, usando toda clase de recursos formales que pone al servicio de su necesidad de expresión.
En La Minotauromachie se dan cita, en torno al espacio taurino, muchos motivos, algunos muy típicos del repertorio iconográfico de Picasso; en esa obra, todas las figuras antes citadas terminan implicadas, de un modo u otro, en una especie de juego, en un enfrentamiento que, aunque se presenta como la eterna lucha del bien y del mal, deja intuir el deseo del triunfo de las fuerzas del bien.
La Minotauromachie estará acompañada de quince estampas de la Suite Vollard dedicadas al Minotauro, figura que desempeña un papel relevante en la iconografía picassiana, junto a documentos y otras obras de carácter literario relacionadas con este emblema, tan célebre como recurrente, de la mitología occidental.
Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, Francia, 1973) concedió siempre una enorme importancia a su producción gráfica. Desde muy joven sintió una gran pasión por el grabado, que practicó y experimentó con casi todas las técnicas, desde el aguafuerte, la punta seca y el buril hasta la aguatinta al azúcar. A través de tan diferentes procedimientos, sus estampas fueron adquiriendo cotas muy altas de expresividad y riqueza plástica, que confirman a Picasso como un maestro total de las técnicas calcográficas. Desde 1899 hasta 1972 trabajó ininterrumpidamente este género artístico, llegando a realizar alrededor de 2200 grabados durante toda su vida, que constituyen casi un diario personal y que -dado que están perfectamente datados-, permiten seguir su trayectoria del artista al detalle. Los temas y preocupaciones reflejados en su pintura se perciben, igualmente, en su obra gráfica, que hace patente su destreza como dibujante y su trabajo en series temáticas.
La Minotauromachie (1935). Picasso en su laberinto
Del 14 de noviembre de 2013 al 31 de mayo de 2014
Museu Fundación Juan March
Sant Miquel, 11
Palma de Mallorca
www.march.es