La misa africana de ayer, domingo 17, en la Dos, un ejemplo de buen hacer

Por En Clave De África

(JCR)
Hay que felicitar, y mucho, a los que hacen el programa El Día del Señor, en la TVE 2, por la retransmisión de la misa africana ayer domingo 17 de octubre, a la que tuve el gusto de asistir en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Madrid. Esta programación dominical, que suele ir seguida del programa “Pueblo de Dios”, es un ejemplo de información religiosa de calidad hecha con competencia y de forma convincente, como no podía ser menos si tenemos en cuenta que detrás de este esfuerzo está la mano del director de este programa, Julián del Olmo.

La retransmisión de esta Eucaristía sirvió para presentar la labor que dos instituciones de la Iglesia española realizan por África. La primera de ella es REDES, una coordinadora que agrupa a algo más de 50 ONG ligadas a congregaciones religiosas que trabajan en África y que el año pasado lanzaron la campaña “África cuestión de vida, cuestión debida”, de la que se ha informado con regularidad en estas páginas de Religión Digital. La segunda es la capellanía africana de Madrid, un esfuerzo pastoral en el que colaboran, entre otros, algunos misioneros javerianos y combonianos, la CONFER y algunas parroquias de Madrid de las diócesis de la capital, de Alcalá y de Getafe. en las que hay más presencia de inmigrantes africanos de diversos países. Los algo más de cien africanos y africanas, jóvenes en su mayoría, que animaron la Eucaristía con sus cantos en varias lenguas de su continente al ritmo de tambores, transmitieron a los españoles (de edad más bien avanzada, en su mayoría) la hondura de la espiritualidad africana. Había también muchos religiosos y religiosas de países como Chad, Angola, República Democrática del Congo, Camerún que realizan estudios en España con sus congregaciones. Cuando los africanos rezan, lo sienten muy de corazón, y lo saben comunicar, especialmente cuando oran con todo el cuerpo, a diferencia de los occidentales que parece que nos comunicamos con Dios sólo con la cabeza.

En una misa con africanos se siente mucho más la alegría de estar juntos. A la gente le encanta estar apretujada en los mismos bancos sintiendo la presencia de los que están alrededor, algo que queda muy lejos de lo que se suele ver en muchas de nuestras iglesias, en las que la gente se sienta lo más lejos posible de su vecino y no es raro ver a una o dos personas por banco.

A la salida de la misa, cuando nos invitaron a pasar a uno de los salones parroquiales y tomar un refresco juntos, mientras nos saludábamos, pensaba en los cientos de africanos que en parroquias de Torrejón, Parla, Fuenlabrada o Móstoles, viven la fe en parroquias que les acogen y a las que ellos aportan su manera de celebrar la fe, muy viva a pesar de las duras dificultades que la mayoría de ellos afrontan a diario en una sociedad que cada vez les pone las cosas más difíciles a los inmigrantes. Hace mucho tiempo que la misión ya no se concibe como un simple dar desde Europa a otros pueblos, sino como un intercambio de comunión y una manera de vivir mejor la universalidad de la Iglesia, algo que los que asistimos a esa misa ayer nos sentimos contentos de vivir.