Durán i Lleida, el "encargado" en Madrid de la derecha catalana, ha puesto el grito en el cielo otra vez con el tema del subsidio agrario, que si Andalucía y Extremadura son regiones subsidiadas, que si los votos cautivos,... poco nuevo en la triste canción manida de la derecha rancia e insolidaria de siempre. Creo que es injusto echar el peso de la situación a los jornaleros y pequeños agricultores que no tienen por qué ver recortadas unas ayudas que no son ni más ni menos que un sistema de compensación social. Sin estas ayudas el campo estaría desierto, aún más, y los jóvenes hubieran emigrado a los cinturos urbanos de las grandes ciudades engrosando las listas del paro. La transición democrática de los años ochenta también traicionó a los obreros del campo porque no se les dió la prometida Reforma Agraria que había sido su ilusión y su deseo desde la añorada República donde se entregó la tierra al que la cultivaba, donde se pusieron en marcha tantas experiencias de colectivización. A cambio, se estableció un sistema de contraprestaciones para acallar los deseos más radicales de los pequeños pueblos agrarios y seguir permitiendo los grandes latifundistas que a caballo o modernos cuatro por cuatro, se siguen paseando por las calles de tantas comarcas andaluzas y extremeñas. La vida es así, al final los campesinos son los subsidiados, no los grandes latifundistas que viven en Madrid de la renta y del sudor de tantos andaluces, de tantos extremeños, y de tantos inmigrantes venidos de todas partes del Mundo. Duran i Lleida desconoce, o no quiere conocer, porque no le interesa, la realidad rural andaluza y tiene poco conocimiento de la protección social a los trabajadores del campo, en el fondo este señor quiere sacar una rentabilidad en momentos de debilidad del Gobierno socialista, recurriendo al enfrentamiento entre regiones. Para colmo se equivoca si piensa que quienes tienen más subvenciones son los trabajadores del campo, cuando la protección social de los trabajadores del campo está discriminada en relación con el resto de trabajadores. Esperemos que el Gobierno no haga casa a este señor, esperemos. Hoy he oído la voz contundente de Luis Pizarro en este tema y espero que la misma firmeza del Gobierno de Sevilla la ponga en marcha el de Madrid.