La misteriosa caída de las hojas de la juventud

Publicado el 28 junio 2013 por Moradadelbuho @moradadelbuho

Hoy quiero contarte… un cuento

Allí estaba, misterioso, grandioso y, a la misma vez, muy humilde.

En el centro, casi, de un parque de niños. Todos los días, los niños se juntaban alrededor de él. Allí jugaban y reían, y pasaban los días más o menos felices.

Hasta que, un día como otro cualquiera, sopló un viento muy fuerte y, por la fuerza del viento, comenzaron a caerse hojas del árbol, pero no de una manera normal, no cayeron cientos de hojas, muchísimas hojas, tantas que, casi se queda seco.

Ahora tenía un aspecto pálido, no como antes, mucho más triste. Nadie supo que pasó de verdad, lo único que sabían es que, aquel árbol que tanta felicidad daba, ahora daba una tristeza enorme, tanta que, ya nadie más se quiso acercar a él.

Cuando llegaron a su casa y encendieron la televisión, pusieron las noticias, que decían:

"Jornada más desastrosa que nunca en Irak, más de cien muertos en un macro-ataque terrorista en el funeral del ministro asesinado hace unos días".

"También en España han sucedido muchas desgracias: trágico accidente en la M-40, dos camiones han colisionado frontalmente, provocando la explosión de uno de ellos, el cual, llevaba monóxido de carbono. Han tenido que salir todos corriendo de allí, ahora los bomberos están controlando la situación, más de 20 muertos".

"Hoy, cinco mujeres han muerto por violencia de género".

"Parece ser que hay un nuevo asesino en la Comunidad de Galicia, se han encontrado 10 cadáveres de personas jóvenes en una discoteca de Pontevedra, al parecer, fueron envenenados".

Ahora sí, comprendieron la causa de la caída de las hojas, cada hoja, una vida, y mientras más grande fuera la hoja, más joven es la vida que muere.

Al día siguiente, el árbol ya estaba totalmente seco, sin ninguna sola hoja, ya que no tenía hojas, empezaron a desprenderse ramas y, ese día, al igual que el anterior, murieron más de cien personas.

El árbol ya no tuvo más ramas hasta que, llegó al límite, y, el árbol, se desprendió, aplastando a un pobre niño, dejándolo en coma y, quitando toda esperanza de vida en el ser humano.

La gente empezó a morir por un simple golpe, pero, después de unos veinte años, aquel niño, al que le cayó el árbol encima, despertó, toda su familia fue a verle y, junto a él, lloraron desconsoladamente.

Ese niño, ya hombre, sería el nuevo "árbol de la juventud". Ese hombre, al recuperarse, empezó a protestar por las injusticias del mundo.

Creó un grupo de personas de todo tipo de clase: científicos, naturalistas, etc… Ese grupo se hizo tan grande que, acabaron con el SIDA, los atentados terroristas, etc…

Pero, al morir asesinado el hombre, por un tiro en la cabeza por un matón del Presidente del Gobierno, el grupo se disolvió, y todo lo que quitaron, volvió a aparecer.

De la sangre del pobre hombre asesinado creció, al lado, un hermosísimo árbol, que la crecer llegó hasta los seis metros aproximadamente de altitud.

Un día, un pobre mendigo, descubrió el cuerpo del hombre asesinado en un desolado callejón, allí, desangrado y, al lado suyo, el hermoso árbol, aquel hombre cuidó al árbol, por su belleza, como si fuera un hijo suyo, dándole lo que necesitaba el árbol.

Ese hombre, se quedó pobre por lo que la ley lo dejó desprotegido en la calle, muriéndose de hambre. Ese hombre, por su gran bondad, se hizo un gran hombre rico y de negocios, pero, aún así, siguió visitando al árbol y cuidándolo.

El hombre trabajaba en la mayor fábrica ecologista de España. El cariño que dio el hombre al árbol, le dio fuerza para seguir viviendo y, más aún, para hacer el bien.

Gracias a ellos, desaparecieron por completo todos los problemas de la vida.

Bruno Fernández | @BrunoFdz