Sirius se encuentra en la constelación de Canis Major - también conocida como el Gran Perro - y por lo tanto se conoce como la "estrella perro". Es veinte veces más brillante que nuestro Sol y es dos veces más masivo. Por la noche, Sirio es la estrella más brillante en el cielo y su resplandor blanco azulado nunca dejó de sorprender a observadores de estrellas desde la noche de los tiempos. No es de extrañar que Sirio haya sido venerado por casi todas las civilizaciones. Pero ¿hay más sobre Sirius de lo que parece?
Los artefactos de civilizaciones antiguas han puesto de manifiesto que Sirius era de gran importancia en la astronomía, la mitología y el ocultismo. Las escuelas de misterio, secretas u ocultas lo consideran "el sol detrás del sol" y, por lo tanto, la verdadera fuente de la potencia de nuestro sol. Si el calor de nuestro Sol mantiene vivo el mundo físico, Sirius es considerada la responsable de mantener vivo el mundo espiritual. Es la "luz verdadera" que brilla en el Oriente, la luz espiritual, y nuestro sol ilumina el mundo físico, el cual es considerado como una gran ilusión. Asociar Sirius con lo divino e incluso considerándolo como el hogar de "los grandes profesores de la humanidad " no sólo está incrustado en la mitología de algunas civilizaciones primitivas: Es una creencia generalizada que ha sobrevivido (e incluso se intensificó) hasta nuestros días. Veremos la importancia de Sirio en la antigüedad, analizar su importancia en las sociedades secretas y vamos a examinar estos conceptos esotéricos, ya que se traducen en la cultura popular.
EN LAS CIVILIZACIONES ANTIGUAS.
En el Antiguo Egipto, Sirio era considerado como la estrella más importante en el cielo. De hecho, era astronómicamente el fundamento de todo el sistema religioso de los egipcios. Fue venerado como Sothis y se asoció con Isis, la diosa madre de la mitología egipcia. Isis es el aspecto femenino de la trinidad formada por ella misma, Osiris y su hijo Horus.(Extraigan la analogía al concepto judeo-cristiano de Jesús y la estrella de oriente). Los antiguos egipcios tenían a Sirius en una alta estima por ejemplo, que la mayoría de sus dioses estaban asociados, de una u otra manera, con la estrella. Anubis, el dios de la muerte, con cabeza de perro, representa una conexión obvia con el perro estrella y Toth-Hermes, el gran maestro de la humanidad, fue también esotéricamente relacionada con la estrella.
El sistema del calendario egipcio estaba basado en el levantamiento helicoidal de Sirio que se producía justo antes de la inundación anual del Nilo durante el verano. También se observó el movimiento celeste de la estrella y venerado por los antiguos griegos, sumerios, babilonios y un sin fin de otras civilizaciones. Por tanto, la estrella era considerada sagrada y su aparición en el cielo fue acompañada de fiestas y celebraciones. La estrella del perro anunciaba la llegada de los días calurosos y secos de julio y agosto, de ahí el término popular "la canícula del verano".
Varios investigadores ocultistas han afirmado que la Gran Pirámide de Giza fue construida en perfecta alineación con las estrellas, sobre todo Sirius. La luz de estas estrellas se decía que eran utilizadas en las ceremonias de los misterios egipcios.
Recientes descubrimientos científicos relacionados con la Gran Pirámide y sus misteriosos "conductos de ventilación" llevan a confirmar aún más la importancia de Sirio dentro de la pirámide.
Un aspecto fascinante de Sirio es la consistencia de la
simbología y el significado que se le atribuye. Varias grandes civilizaciones
han asociado Sirius con un perro como figura y vieron la estrella como el
origen o el destino de una fuerza misteriosa. En astronomía china y
japonesa, Sirio es conocida como la "estrella del lobo celestial". Varias
tribus aborígenes de América del Norte se refiere a la estrella en términos
caninos: los seris y Tohono O'odham, tribus del sudoeste describen a Sirio como un "perro que sigue a las
ovejas de montaña", mientras que el Blackfoot la llaman "perro-cara". El
Cherokee combina Sirius con Antares como un perro guardián, estrella de la
"Ruta de las Almas". El Lobo (Skidi) tribu de Nebraska la conocía
como la "Estrella del lobo", mientras que otras culturas la conocían
como la "Estrella Coyote". Más al norte, los inuit de Alaska del
Estrecho de Bering la llamó "perro de la luna". Resulta sorprendente
que culturas que supuestamente no tuvieron relación alguna, llamaran de forma
similar a una misma cosa.
LA TRIBU DOGON Y LA ATLANTIDA.
En 1971, el escritor estadounidense Robert Temple publicó un
polémico libro titulado El Misterio de Sirio , donde afirmó
que los dogones (una antigua tribu africana de Mali) conocían detalles sobre
Sirio que serían imposibles de conocer sin el uso de telescopios. Según
él, los Dogon sabían de la naturaleza binaria de Sirius, que hecho está compuesta
por dos estrellas llamadas Sirio A y Sirio B. Lo que le llevó a Robert Temple a creer que los dogones tenían conexiones
"directas" con seres de Sirio. Si bien algunos podrían decir que
"no puede ser Sirius" (lo
siento), un gran número de sociedades secretas (que han mantenido
históricamente dentro de sus filas algunos de las personas más influyentes del
mundo) y sistemas de creencias enseñan acerca de una conexión mística entre
Sirius y la Humanidad .
En la mitología Dogon, se dice que la humanidad nace de los Nommo, una raza de anfibios que
eran habitantes de un planeta que giraba alrededor de Sirio. Se dice que
han "descendido del cielo en un barco acompañado por el fuego y el
trueno" e impartido a los seres humanos el conocimiento profundo. Esto
a Robert
Temple le condujo a la teoría de que los Nommos eran habitantes extraterrestres de Sirio que viajaron a la tierra en algún momento en el pasado distante enseñando a las civilizaciones antiguas (como los egipcios y los dogones) el sistema estelar de Sirio, así como nuestro propio sistema solar. Estas civilizaciones grabaron las enseñanzas de los Nommos en sus religiones e hicieron de ellas un foco central de sus misterios.
La mitología del pueblo Dogon es sorprendentemente similar a las de otras civilizaciones como los sumerios, los egipcios, los israelitas y los babilonios ya que incluye el mito arquetípico de un "gran maestro de lo alto". Dependiendo de la civilización, este gran maestro se conoce como eith Enoc, Thoth o Hermes Trismegisto y se dice que ha enseñado a la humanidad ciencias teúrgicas. En las tradiciones ocultas, se cree que Thoth-Hermes había enseñado a la gente de la Atlántida, que, según la leyenda, se convirtió en la civilización más avanzada del mundo antes de que todo el continente quedara sumergido por el gran diluvio (historias de una inundación pueden encontrarse en mitologías de innumerables civilizaciones). Los sobrevivientes de la Atlántida viajaron en barco a varios países, entre ellos Egipto, donde impartieron sus conocimientos avanzados. Los ocultistas creen que las similitudes inexplicables entre civilizaciones distantes (como los mayas y los egipcios) pueden explicarse por su contacto frecuente con los atlantes.
La interpretación de la mitología de las culturas antiguas no es una ciencia exacta y las conexiones son inherentemente difíciles de probar. Sin embargo, el vínculo simbólico entre Sirius y el conocimiento oculto ha aparecido constantemente en la Historia y ha viajado sin problemas a través de los siglos. De hecho, es tan venerado hoy como lo era hace milenios. Sociedades secretas modernas como los masones, los rosacruces y la Golden Dawn (que se consideran descendientes de los pupilos de Hermes Trismegisto), todos los atributos a Sirius son de suma importancia. Una mirada educada en su simbolismo proporciona un vistazo a la profunda conexión entre Sirio y la filosofía oculta.
Segunda Parte