Tras la Junta de Gobierno local, en la junta de portavoces comenté la posibilidad de que la votación fuera individual de cada concejal. La votación podía ser ordinaria, donde se dijera votos a favor, abstenciones y votos en contra y se levantara la mano en función de lo que se pensara.
El problema vino por parte de la portavoz del partido popular que no quería permitir la votación personal de los concejales de su grupo, dijo que se lo explicarían en la reunión de grupo, que se votara por grupos y si algún concejal o concejala quería votar de modo particular que podía decirlo. Ese formato no nos convencía, no se ajustaba a lo que el Reglamento Orgánico municipal refleja y evitaba la libertad de votación.
Como el partido popular insitía en que la votación se realizara como grupo y el alcalde lo comentó en el pleno, nuestro grupo solicitó que se realizara una votación nominal(artículo 93 del ROM) para que los grupos se pronunciaran sobre si permitían votar de esa manera o no. Los tres grupos estuvimos de acuerdo, el partido popular probablemente para no tener que posicionarse en contra cuando el Partido socialista votó favorablemente. Las contradicciones de los planteamientos de grupo cuesta sacarlas a la luz pública y prefirieron votar en contra de lo que proponían previamente. Eso llevó a que el Secretario tuviera que llamar a los concejales y concejalas para que expresaran el sentido de su voto.
Respecto al ofrecimiento del partido socialista de primero cambiar la Constitución y luego preguntar a la ciudadanía decir tres cosas:
- No había voluntad de pactar la moción porque si la hubiese habido lo podrían haber comentado antes de empezar el pleno, por la mañana en junta de portavoces o por la tarde tras la comisión de desarrollo económico.
- La oferta de transacción in voce era una excusa para justificar el voto negativo de los concejales del partido socialista.
- Primero es preguntar a la ciudadanía para saber qué modelo de estado quieren y luego iniciar un proceso constituyente, encorsetar los cambios constitucionales a la voluntad de los partidos políticos mayoritarios es como creer que hay una correspondencia entre el sentir de las cámaras de representación y la ciudadanía. Lo más lógico para saber qué opina el pueblo hay que aplicar el artículo 92 de la Constitución para preguntarle.
La votación de la moción fue de 2 votos a favor, 23 votos en contra. Si hubiera sido secreta, probablemente el sentido de la votación hubiera sido más favorable al referéndum.
Respecto a llevar la bandera republicana al pleno era porque el 19 de junio fue la coronación del nuevo rey, cuya foto se había cambiado ya en el salón de plenos. Para el equipo de gobierno la foto era relevante, para nuestro grupo era importante mostrar nuestra posición favorable a un proceso constituyente que establezca las bases de la tercera república.
Antes del pleno, el jefe de policía local de Palencia, al que ha traído mediante concurso específico el equipo de gobierno, me comentó que si podía salir un momento para decirme que tenía que retirar la bandera porque el Alcalde había dicho que no podía haber ninguna bandera en el pleno. Le dije que prefería que fuera el alcalde quien me lo dijera.
Entendía que no podía ser que trajeran a un jefe de policía y le subieran el sueldo 4000€/anuales, pusiera a 8 policías locales para vigilar un pleno ordinario, con los correspondientes costes por prolongación de jornada que pagamos entre todos y le usaran de correveidile para evitar que un concejal tuviera una pequeña banderita de la República. Sobre todo teniendo en cuenta que la normativa municipal no prohíbe que los concejales podamos llevar pins, tener banderitas o consultar el móvil durante el transcurso del pleno. (Algo que el jefe de policía no sabe porque desconoce la normativa de Palencia, pero sabe bien quien le ha traído en comisión de servicios por un año con incremento salarial.)
El alcalde ha venido ante del pleno al sitio donde me siento y me ha dicho que si podía retirar la bandera, le he dicho que si le valía que la tumbara. Me ha dicho que sí y así lo he hecho.
De momento, quedará tumbada hasta que podamos levantar la bandera de la Tercera República, porque seamos una mayoría quienes pensemos que no hay derechos de sangre por encima de la democracia.