Vía El Blog Ausente
Entre los cultos extremos actuales, hay quien va muy lejos. El órdago se lo llevan quienes defienden que no hay que comer. El tema sería gracioso si no fuera porque la charlatanería de los charlatanes se cobra vidas. Hoy mismo llego a la noticia de una suíza que falleció por seguir una "dieta espiritual". Poco me ha costado encontrar más referencias de fallecimientos de personas que intentaron vivir del aire (literalmente).Es evidente que existe la otra cara de la moneda: personas que carecen de mecanismos mentales de autocontrol y que por alguna razón creen que efectivamente se puede vivir del aire y el sol. Gente que cuando un mentecato afirma que la patata es "luz solar metabolizada" no se ríe a mandíbula batiente y que piensa "ah, pues sí, interesante enfoque". Soy incapaz de comprender cómo funciona esta gente, este rebaño. Capaz de tragarse cualquier cosa por muy absurda que sea. Sí que entiendo que la gente recurra a soluciones mágicas cuando todo lo demás falla. La desesperación, la falta de Fe Normal, la carencia de una educación básica, no leer y demás; son las tarjetas de embarque al país de la locura. Quizás por eso me sorprende todavía más cuando personas aparentemente normales creen que sentarse en flor de loto ante un amanecer, les aportará los nutrientes necesarios para vivir. Yoga solar, le llaman a eso. Aceptamos mejor las cosas bien vendidas: "yoga solar" es una expresión que mola. Pero que mola para poner en un libro de ciencia ficción, no para hacerlo de verdad, maldita tarada.
Reconozco que tiene más éxito vender patrañas que directamente no te maten. Y el inventor suele forrarse más. Ahí está la dieta Dukan, por ejemplo. Para mi, entre quienes dicen que te puedes alimentar de la luz del sol y quienes dicen que comiendo mal adelgazas, hay tan solo una diferencia de grado, pero son lo mismo. También entre sus víctimas existe una cierta diferencia de grado: no es lo mismo una tarada que cree que puede alimentarse sin comer, que una tarada que cree que puede adelgazar comiendo mal. Mas como digo, la diferencia es mínima.
Pero es que hay cosas que no me caben en la cabeza. Uno de los charlatanes que dicen que no hace falta comer, defiende -supongo que por recomendación de un abogado o porque le han pillado comiendo- que de vez en cuando puedes zamparte un cuarto de libra con queso y una cocacola light. Un absurdo de proporciones gigantescas, un monumento a lo estrafalario ¿y hay gente que muere siguiendo a estos fulanos? No me lo explico.