Si hay algo de lo que siempre he estado sobradamente convencido, es que si tuviera un crío bajo mi responsabilidad, preferiría ampliamente que éste viera a un ser humano en poca ropa o a una pareja amándose, sean sus integrantes del sexo que sean, que escenas de muerte, tortura y destrucción.
Os parecerá una reflexión muy trivial, o incluso muy frívola, pero estoy un poco harto ya no solo de la sobreprotección de los medios, una sobreprotección que claramente no funciona, sino de lo selectiva que es a la hora de elegir que puede verse y que no…
Pensadlo bien, ya ni siquiera hablo de videojuegos… Podemos ver a cualquier hora del día escenas de muerte, de sufrimiento, de miseria y destrucción; pero a una señora se le escapa un seno en la televisión y se arma un escandalo de tres pares de narices.
Por no hablar de algo todavía más infantil como es un insulto gratuito… Bruce Willis puede pegar un tiro a alguien pero no puede llamarle hijo de puta.
Game Over, sin ir más lejos, es un programa “explicito” porque hablamos como cualquier persona de la calle…
¿Nos hemos vuelto locos?
Tan lejos, tan cerca...
¿A que viene esto? Pues a colación de unas declaraciones de Ken Levine, el responsable tras Bioshock, que ha afirmado que a la industria del videojuego también le puede la mojigatería.
Afirma por ejemplo, que los desnudos y escenas de sexo en los videojuegos hasta el día de hoy son bastante ridículos y que no tiene sentido que despierten tanta controversia.
En el fondo no dejan de ser muñequitos de plastico, como cuando cogíamos al Ken y a la Barbie de nuestra prima, y les obligábamos a darse el lote…
Levine afirma que la percepción de la industria es la de una fabrica de juguetes, en vez de una capaz de crear todo tipo de obras para todo tipo de públicos; tanto infantiles como adultos.
Y razón no le falta; es que le sale por las orejas… Si un título requiere de violencia gratuita, cientos de palabras malsonantes y desnudos por doquier es su problema, y para eso ya existen los organismos de regulación de edades que le otorgaran el sello que se merezca.
Pero que a día de hoy sigan habiendo creadores que se corten a la hora de plasmar según qué, por el que dirán, se me antoja harto patético.
Agradezco la naturalidad de los desnudos en GOW. Buscad en Google Images, veréis lo patético que es la cantidad de auto-censura de los mismos medios.
También es verdad que después de tanta sobreprotección, nosotros los jugadores somos los primeros en montar una escenita cuando vemos algo que se sale de la norma; de forma bastante inmadura por cierto.
Recuerdo por ejemplo el caso del episodio descargable “The Lost & Damned” de GTAIV; en él aparecía en cierto momento un hombre desnudo de forma completamente explicita. Algo tan normal, tan natural, fue recibido por la comunidad de jugadores, y me incluyo el primero, como si fuéramos críos de secundaria… Solo nos faltó señalar la pantalla y gritar “¡Ala! ¡Un pito!”.
Juegos como God of War, como Heavy Rain, o como el mismisimo GTAIV nos demuestran que no hay nada de malo en mostrar contenidos adultos si la excusa lo merece. Sea sexo, muerte o palabras malsonantes… Al fin y al cabo, no son juegos para niños.
Sí es cierto que hay otros que explotan esos factores en su propio beneficio, como toda la saga Dead or Alive, pero ¿acaso no están en su derecho?
Antes y después... Menos mal, la primera me dan ganas de salir a la calle a violar gente.
Desgraciadamente, algo tan trivial como la portada de un videojuego sigue siendo censurada para tapar un poco de muslo a la muchacha protagonista… Hay veces que uno cree estar más en la época de Lopez Vazquez y las suecas, que en pleno siglo veintiuno.
Espero sinceramente que las declaraciones de Levine no caigan en saco roto y los desarrolladores al completo tomen buena nota.