Hoy es el aniversario de la proclamación de la República y justo hoy se le ocurre al Rey operarse de la cadera. Este hecho sería normal teniendo en cuenta la edad del monarca, sus 74 castañas. Todos sabemos que las personas mayores sufren bastantes de luxaciones y roturas de este hueso. Pero es que los medios de comunicación me informan de que el señor de Borbón se ha roto la cadera cazando elefantes en África... ¡¡¡¿Perdonaaaaaa?!!! ¿Qué me cuentas? ¡Debes estar en un error!... con la que está cayendo no creo yo que la máxima representación de este país se haya ido al continente africano a cazar elefantes... vamos, que no, que con lo campechano que es no le veo yo capaz de dejar aquí a los cinco millones de parados y a los trabajadores que cobran tal mierda que no les llega para pagar sus facturas a fin de mes y marcharse a disparar a unos pobres animales que, para más inri, están en su hábitat natural y no le están atacando ni nada (¡arrg, cómo odio la caza!)... y a los que tal vez hayan drogado como al oso aquel para que el señor soberano les acierte más fácilmente... Según leo en El País, en África hay cupos para cazar elefantes, previo pago de entre 7.000 y 20.000 euros por ejemplar... No, no puede ser que un rey responsable y que cumple su trabajo a la perfección haga esto después de conocer la propuesta de su Gobierno de aplicar un recorte de chorrocientos millones de euro en Sanidad y Educación... No se puede haber gastado ese dineral sacado, en parte de mis bolsillos, en una actividad que yo censuro sin discusión...
Vaya, sigo leyendo y resulta que va a ser verdad, que no es una noticia del Mundo Today. El Rey se ha ido a Botsuana y tras disparar un tiro tras otros a los pobres elefantes que campeaban a sus anchas por su terreno natural se ha caído en el campamento que ocupaba. Y mientras, ¿dónde estaba la Reina? ¿Cuidando a su nieto, el que se ha pegado un tiro en el pie haciendo prácticas con su padre? Ese nieto que, en circunstancias normales, y sin ser hijo de quien es, hubiera sido separado de sus padres inmediatamente por Asuntos Sociales ya que un niño de 13 años no puede tener una escopeta en la mano. Y demos gracias que se disparó el pie y no a una de sus primas, sucesoras naturales al trono como, desgraciadamente y por accidente, le ocurrió a su abuelo con su hermano... ¿Tal vez la Reina estaba parlamentando con su hija Cristina y su yerno Iñaki, echándoles la bronca por lo mal que se han portado llevándose, presuntamente, dinero que no era suyo? Porque no olvidemos que un miembro de la Casa Real está imputado en un juicio por llevarse crudo dinero público. Y su mujer, la infanta, no ha sido llamada a declarar por la gracia de Dios... Pues no, la reina estaba en Grecia, celebrando la Pascua con sus hermanos. Pero, entonces, si todos estaban de vacaciones, ¿qué trabajo realiza esta gente? ¿Inaugurar cosas, verse con coleguillas de otros países en actos supuestamente oficiales, celebrar bodas por todo lo alto?
Mi mente no llega a explicarse nada de esto, sólo veo que la familia real en los últimos tiempos no sale de Málaga y se mete en Malagón... y recuerdo cuando su principal problema era que su hijo se iba a casar con una plebeya... que al final ha resultado ser la única que no da guerra...
Hoy es el aniversario de la República y este país va de mal en peor... tal vez deberíamos todos reflexionar e intentar actuar para que las cosas no sigan como hasta ahora. Creo que las personas hacemos al pueblo y nosotros deberíamos ser los que decidiésemos quiénes nos representan en el exterior y a quién le damos nuestro dinero y para qué. Yo, por lo pronto, propongo exigir que se me aclare a dónde va cada uno de los céntimos que pago a Hacienda y que se retienen de mi sueldo. Y quiero poder elegir dónde los invierto, quiero seguir manteniendo una Sanidad Pública de calidad y una Educación que permita formar profesionales y personas con capacidad para estar en puestos directivos (no como ahora) y para sacar adelante este país. Y me niego a que ni un centimillo que yo aporte se destine en actividades reales, mucho menos en compra y manejo de armas y en cacerías, ambos actos completamente contradictorios con mis creencias, forma de ser y de pensar.