No existe una institución en un Estado que no sea más personal que la monarquía, por su propia naturaleza. Además, es una institución cuya función y sostenimiento se basa poco más que en la tradición, a lo sumo, se puede argumentar que con la monarquía la jefatura del Estado es independiente de los vaivenes políticos.Pero esto no la hace imprescindible.
Hoy en día, el Rey es irresponsable no sólo legalmente, si no también moralmente. Al menos antes el reino era propiedad del monarca y eso implicaba cuidar de ella lo mejor que pudiera y/o supiera. Sin embargo y afortunadamente, España no es propiedad de Juan Carlos I y tampoco lo será de Felipe VI si llega a reinar. De modo que la monarquía sirve para sustentar la jefatura del Estado y como institución ejemplar moralmente, pero precisamente la familia real con el presunto chorizo de Urdangarín y las correrías de Juan Carlos pues no cumple ese papel.
Precisamente el único que se salva es el Príncipe de Asturias, que ya tiene edad suficiente y si de verdad el Rey ama a España y todas esas cosas que se dicen, al suceder el actual Príncipe, la familia real pasaría a ser él, Letizia y las infantas. Dando la última oportunidad para recuperar el prestigio perdido.