1- El primero sería el de la continuidad con el periodo anterior:_por ejemplo, el primer triente de la figura 4 a nombre de Justiniano I, probablemente acuñado en Ispali, con la victoria en el reverso y la leyenda más o menos degenerada de VICTORIA AVGVSTORVM, manteniendo la leyenda de ceca de la moneda bizantina original, CONOB, compuesta por las tres primeras letras de Constantinopla y las dos primeras letras de obryzum, es decir oro fino.
2- En la segunda pieza, Leovigildo hábilmente se decide a emitir una serie de transición modificando solamente las leyendas, que pasan a ser un conjunto de letras sin sentido (CVRRVCVRRV). Tradicionalmente se defendía que estas piezas estaban realizadas por abridores de cuño que no sabían ni leer ni escribir, y aunque esto fuera cierto no se explica el nuevo diseño, ya que las leyendas de monedas anteriores sí tienen sentido y los abridores serían los mismos. Lo lógico pues es que fuese el propio Leovigildo quien determinara que las leyendas debían ser “ilegibles” para comprobar si se aceptaba una moneda donde no apareciera el nombre del emperador bizantino.
3- Con la tercera moneda se inicia el camino de la “independencia”. En el anverso sigue figurando el nombre del emperador de Bizancio (lo importante es que en estas monedas apareciera el nombre del emperador, siendo indiferente el nombre en concreto que apareciera en ellas, pues era relativamente habitual que el emperador al que se hacía referencia, Justiniano I [527-565], ya hubiera muerto hacia años),
En el reverso, y ésta es la gran novedad de esta emisión, aparece por vez primera en la numismática visigoda el nombre del rey, junto con su título: LIVVIGILDVS REGIS, un hecho trascendental que atacaba las “prerrogativas” imperiales.
4- Cuando Leovigildo termina de hacer sus “emisiones de prueba”,aborda el diseño definitivo de las mismas. Había tres funciones que eran exclusivas de un emperador: la fundación de ciudades, la promulgación de leyes y la acuñación de moneda de oro a su nombre. La cuarta moneda de la imagen es una expresión de soberanía, ya no de facto sino de iure, pues en ella vemos que ha desaparecido el nombre del emperador de Bizancio y que aparece en el anverso el nombre del rey visigodo, que gobernaba ya en solitario desde el 573.
En el reverso se coloca el epíteto INCLITVS y la titulación REX y se mantiene el tipo tradicional de la victoria con la leyenda de ceca CONOB, más o menos degenerada. La acuñación de esta serie, hacia el año 576, podría coincidir con los datos que nos ofrecen las fuentes sobre la presentación de Leovigildo ante sus fieles, en trono y con vestimenta real. Esto supondrá el final del reconocimiento de dependencia hacia los emperadores de Bizancio por parte de los visigodos.
Tras esta primera serie independiente, pasamos a ver las nuevas emisiones que utilizaran unos tipos y leyendas que se van a repetir hasta el final de la monarquía visigoda y que, aunque ya tienen personalidad propia, siguen copiando motivos de la moneda bizantina.
Los tipos de anverso serán el busto del rey, en diferentes modalidades: de frente, de perfil, con o sin corona, la cabeza de Cristo, o los bustos enfrentados del rey y su heredero asociado al trono, sujetando una cruz.
Los tipos de reverso serán, básicamente, la victoria, que hemos visto anteriormente, y también el busto del rey o una cruz en diferentes formas, habitualmente sobre gradas, imitando las monedas de Tiberio II Constantino.
1) El primer triente que vemos a la izquierda de la figura 6, a nombre de Leovigildo, con torso de frente y cabeza girada a la derecha (tradicionalmente este busto ha sido descrito como “busto de perfil” pero es evidente que el busto está de frente ya que porta una fíbula en cada hombro), contiene una leyenda muy interesante: DN LIVVIGILDVS REX, es decir,DOMINVS NOSTER LIVVIGILDVS REX.
Cuando Leovigildo rompe los últimos vestigios formales de subordinación al Imperio, es lógico que asuma este título, ya que con él se iguala al emperador y de hecho se convierte en el heredero de su poder legítimo en Hispania a ojos de los hispano-romanos.
En el reverso de esta moneda, tenemos la cruz sobre gradas. En él vemos por primera vez el nombre de la ceca visigoda, en este caso EMERITA, seguido de la palabra VICTORIA, que sin duda hace referencia a la ocupación por los ejércitos de Leovigildo de la católica Emerita, que había tomado partido por su rebelde hijo Hermenegildo, lo que nos permite datar esta moneda en el año 582.
2) El segundo triente nos muestra la tipología del doble busto.
Ésta será la más abundante durante toda la monarquía visigoda, permaneciendo desde Leovigildo hasta Recesvinto. El origen de este tipo es incierto. Algunos autores lo relacionan con el problema de la sucesión al trono y el del nombramiento de un monarca asociado. En este caso si esto fuera así, los retratos que aparecen en anverso y reverso se corresponderían con los de Leovigildo y su otro hijo Recaredo I. Pero a nuestro entender debemos ser mucho más precavidos. A favor de esta hipótesis están los precedentes bizantinos, donde los monarcas, ya cercanos a la muerte, acuñan moneda con su sucesor designado como una forma de explicitar y asegurar la sucesión.
Además, la imagen de una moneda con el busto de un monarca en anverso y reverso parece indicar iconográficamente que el poder regio es compartido por dos personas, que en este caso serían Leovigildo y Recaredo I. Recaredo I fue asociado al trono junto a su hermano Hermenegildo en 573, pero su condición como único heredero del trono sólo se consolidó tras la derrota definitiva de su hermano en 584, y debió ser a partir de este momento cuando empezó a acuñarse esta tipología del doble busto. En contra de esta hipótesis está la propia personalidad de Leovigildo y la de su modelo: Justiniano I, que hasta el final de sus días no cedió ni una parcela de su poder, ni en lo legal ni en lo simbólico, a su sobrino y sucesor Justino II.
Creemos que Leovigildo siguió los pasos del emperador bizantino y esta acuñación no haría sino reforzar la idea de que controlaba la totalidad del poder, que tenía un dominio absoluto sobre su reino, colocando su imagen en ambas caras de la moneda (algo, por otra parte, absolutamente excepcional en la historia de la numismática, ya que no encontramos otro ejemplo de esta doble iconografía regia en ninguna otra moneda de la historia). Esto parece avalado porque únicamente aparece su nombre en ellas, con lo cual difícilmente podría identificarse uno de los bustos con Recaredo I, cuando su nombre no aparece citado.
Además, a todo esto hay que añadir que no tendría sentido que este tipo se hubiera mantenido inalterable durante todos los reinados sucesivos hasta Chindasvinto, si su origen y razón de ser fuera el de la asociación al trono, ya que la mayoría de los monarcas de este período no tuvieron nunca un rey asociado, y precisamente fue Chindasvinto quien asocia al trono a su hijo Recesvinto informándonos también de ello con la acuñación de moneda, como veremos más adelante. Por lo tanto, creemos que hay que inclinarse porque este tipo de doble busto buscara reflejar la totalidad del poder del monarca y no un intento de mostrar la asociación al trono de su heredero.
3) En el tercer triente tenemos una pieza de Recesvinto que, hacia el 653, restablece el tipo leovigildiano del busto de frente con cabeza de perfil en anverso y cruz sobre gradas en reverso más la leyenda de ceca, tipo que perdurará hasta el final de la monarquía visigoda, alternándose con otros tipos.
A su derecha, en cambio, tenemos dos piezas acuñadas durante el reinado asociado de Egica-Witiza en la que por primera vez aparecen los bustos de ambos monarcas.
En el anverso de la primera tenemos dos bustos enfrentados con una cruz entre ellos, alrededor el nombre y el título del rey (EGICA REX) y la leyenda IN DEI NOMINE abreviada. Este modelo está claramente inspirado en el bizantino, pero el visigodo tiene una particularidad interesante, que podemos ver en la última pieza, y es que en ella se ve a ambos reyes agarrando la cruz que aparece entre ambos.
JESÚS VICO Mª CRUZ COREShttp://www.numisane.org/Gaceta/GN169.pdf