Cuando todavía no se han disipado todas mis dudas sobre Ada Colau resulta que su socia en Barcelona en Comu, la monja Teresa Forcades, la que quiere presentarse para Presidenta de la Generalitat, va a ser uno de los cuatro participantes españoles en la III flotilla de la Libertad a Gaza este mes de junio.
Desde siempre he manifestado mi total y absoluta incapacidad para comprender ni tan solo un poco y por encima el apoyo incondicional y ciego que la izquierda europea da al islamismo radical, porque aunque su principal enemigo sea más o menos el mismo: el capitalismo liberal, sus ideologías no son solo distintas sino opuestas y para el Islam radical el socialismo en todas sus versiones y niveles es también un enemigo a muerte, como han demostrado en Oriente Medio en varias ocasiones, y si algo está claro es que si consiguen su objetivo común y acaban con el capitalismo, inmediatamente después, o incluso antes de acabar su labor contra el capitalismo, los siguientes en la lista de ideologías a suprimir, personal, mental y físicamente, por el Islam radical es cualquier tipo de izquierda.
La monja Forcades sabe perfectamente que uno de los principales organizadores de las flotillas a Gaza es Ismail Haniyeh, actual líder de Hamas, que es quien gobierna en Gaza mediante una dictadura islámica y que no solo tiene la misma ideología que el Estado Islámico, sino que ha manifestado repetidamente su apoyo incondicional a la barbarie islámica.
La monja de Ala sabe muy bien que todos los grupos islámicos radicales, desde el Estado Islámico a los Hermanos Musulmanes y por supuesto Hamas tienen el mismo objetivo: el dominio del mundo por el Islam, y en lo único que se diferencian entre ellos es en las tácticas para alcanzar su objetivo, las del Estado Islámico son directas y brutales y las de los demás tienen distintos grados de disimulo.
También sabe seguro que el mayor instigador y organizador de la anterior flotilla apareció en Siria al cabo de unos meses dirigiendo uno de los grupos salafistas más radicales que más tarde se convertirían en el Estado Islámico. Y por supuesto que la monja Forcades sabe que el Estado Islámico, ha asesinado a miles de cristianos por el mero hecho de serlo, pero igual se alegra porque de esta forma aumenta el número de mártires de la religión cristiana.
También debe saber que por una de aquellas contradicciones tan frecuentes entre los árabes, aunque apoyen a los sunitas del Estado Islámico, los de Hamas son chiitas, controlados, apoyados y armados por Irán. Y sin duda también es consciente de que desde el 2007 en que Hamas ocupó Gaza han disparado contra Israel más de 10.000 cohetes y misiles.
Seguro que ha sido informada que IHH, la organización islámica radical turca, asociada a los Hermanos Musulmanes que organizó la anterior flotilla, también participa en la de este mes con dos buques, que se unirán al de la monja de Ala, fletado por organizaciones europeas, justo antes de llegar a Gaza.
Y por supuesto que sabe que estas flotillas no tienen por objeto llevar a Gaza productos indispensables para su población, que Israel no bloquea mientras lleguen por tierra y acepten su inspección, sino provocar errores de los israelitas como el que cometieron al interceptar la anterior flotilla, que causen un clamor mundial que acabe con un bloqueo que lo único que impide que entren en Gaza son armas.
Creo que si la monja de Ala quiere ser heroína en Oriente Medio, sería mucho más propio que se uniese y ayudase a los cristianos perseguidos a muerte en Irak y Siria, aun con el riesgo de que tuviésemos la inmensa y catastrófica desgracia de que ella acabase siendo mártir de la Fe. Todo y que si se fuese a ayudar a los cristianos de Irak y Siria nosotros tendríamos que prescindir de ella durante un tiempo y encima soportar el riesgo de que acabase siendo una mártir más, estoy convencido que somos muchos los que estamos dispuestos a sacrificarnos.