Se dice que Cádiz, tras la reconquista, fue repoblado por cristianos viejos de Santander, cuando Alfonso X puso la cruz sobre las aguas en esta ciudad, elevando el viejo villorrio musulman decadente, herdero de grandes tiempos, a sede episcopal. Desde entonces la Montaña ha marcado a esta ciudad, entre navieros, chicucos, bodegueros, hombres de negocios, menestrales y honrados trabajadores. Los montañeses han sido tan gaditanos que una de las primeras sociedades de socorrios mutuos, con su propio hospital, fue fundada por jándalos llamándose el Centro Cántabro. Buena prueba del esplendor de aquella sociedad, que feliz y vigorosamente pervie hoy, es esta revista, el número uno de una publicación cuidada y muy bien editada que hoy es codiciado objeto de colección. Como la gente de Cádiz es en buena medida también gente de la Montaña y parafraseando a otro ilustre descendiente de santanderinos como fue el doctor Venancio González García, recordamos a todos esa Montaña abierta a Cádiz. La Montaña, el Norte.
Fuente:http://www.gentedecadiz.com/