[5/10] El catalán Agustí Vila dirige y firma el guión de “La mosquitera”, una tragicomedia de tono sarcástico y mordaz con la que disecciona una familia burguesa, enferma y fracasada en su desorientación vital. La soledad y la rutina han invadido la convivencia de Miquel y Alicia, y sus encuentros se quedan en silencios prolongados o en ocasiones para la discusión. A la deriva en su búsqueda de felicidad, ese vacío y hastío se lo han transmitido a Luis, adolescente que se consuela en compañía de cualquier animal que pueda llevarse a casa y en otro tipo de evasiones. En esa “mosquitera” cada cual va a lo suyo… y hace lo que puede para encontrar sentido al día que comienza, para encontrar un poco de afecto que le haga sentirse vivo o huir de la penosa existencia en que se ha convertido ese peculiar hogar.
Crisis, vacío, soledad e incomunicación como condimentos de un plato familiar que se ha convirtiendo en menú frecuente en la mesa del cine español, y especialmente en el catalán. Situaciones vitales en que la culpa y la tristeza son protagonistas principales, donde los compromisos se cambian por lo que pueda reportar alguna satisfacción, donde las apariencias tienen más peso que las realidades, donde la amargura acaba por ahogar cualquier conato de felicidad… para al final volver a la situación inicial y tener que conformarse con una pequeña y rutinaria existencia. Una felicidad de mínimos para individuos instalados en la sociedad del confort, donde las aventuras sexuales o las drogas se presentan como válvula de escape, y donde la falta de ideas propias les empuja al conformismo en la mediocridad.
El tono cómico y sarcástico, de inteligencia cínica y voluntad corrosiva, llevan a Vila a crear situaciones esperpénticas donde los personajes quedan retratados como marionetas a expensas de los vientos que corran, con miradas de Miquel a la empleada doméstica o de Alicia al amigo de su hijo a la salida del colegio son ya una declaración de intenciones, donde la tía de Luis se gana la palma del estereotipo como neurótica y patética madre, y donde los abuelos son la triste caricatura que intenta escapar de la existencia. Un cúmulo de patologías individuales y un exceso de situaciones penosas (drogas, maltrato, inmigración…) para una historia aburrida e irregular –se estanca a la mitad del metraje–, previsible en muchas fases salvo en un desenlace que se ofrece como una vuelta de tuerca a tan lastimosa historia familiar.
Correcta en su factura y con interpretaciones como lo mejor de la cinta, esta “comedia sobre la imposibilidad de tragedia” –en palabras del director– bebe del cine de Buñuel y de Saura, pero Vila se pierde en un universo caótico en el que carga las tintas desde lo tragicómico y lo extravagante. Fue premiada en la Seminci con la Espiga de Plata y Emma Suárez se llevó el de mejor actriz, aunque tanto galardón parece excesivo para una película entre muchas de las que están hablando de la familia como tapadera de miserias. Su deformación de la vida para criticar unas existencias empequeñecidas no llega a emocionar ni a atrapar al espectador porque nadie se identifica con sus desquiciados personajes, entre la inmadurez y la confusión moral, porque son demasiado irracionales y muy alejados de la realidad. Un cóctel explosivo, amargo y arriesgado que al director le estalla en las manos y que se pierde en los excesos tragicómicos.
Calificación: 5/10
En las imágenes: Fotogramas de “La mosquitera” – Copyright © 2010 Eddie Saeta y Televisió de Catalunya. Distribuida en España por Baditri. Todos los derechos reservados.