Nuestra propuesta ahora es describir y analizar la influencia de la motivación en las empresas, como clave del éxito y para mejorar el ambiente laboral.
La motivación es, dicho de forma muy resumida, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una determinada manera, en una situación dada, con qué vigor actúa y en qué dirección encauza su energía.
Existe la teoría de que las personas prefieren evitar el trabajo, en lo que sea posible, prefiriendo ser dirigidas y no tener responsabilidades, pero también hay otra teoría, que es la que realmente nos interesa, y que considera que las personas quieren trabajar por sí mismas, que tienen capacidad para aceptar responsabilidades y aplicar su esfuerzo compartido para la solución de problemas en la empresa.
Las personas motivadas tienen tres impulsos: La necesidad del Logro, que tiene relación con el grado de motivación que poseen las personas para ejecutar sus tareas, la necesidad de tener un cierto grado de control sobre su situación y la necesidad de afiliación, que es aquella en la cual las personas buscan una estrecha asociación con los demás.
Podemos encontrar personas que temen al fracaso y, en cambio, para otras personas, el temor al fracaso puede ser un factor motivador.
El factor central para la motivación en el trabajo es la confianza en la evaluación individual y en la justa compensación. Las personas están motivadas cuando experimentan satisfacción con lo que reciben de acuerdo con el esfuerzo realizado.
Las personas esperan ciertas consecuencias de su conducta. Expectativas también en cuanto al grado de dificultad que entraña el buen desempeño de sus tareas, que coincide con la idea de que los líderes deben diseñar las condiciones ideales para un mejor desempeño y para aprovechar las habilidades necesarias para llegar a alcanzar las metas.
Por tanto, el líder debe establecer unas metas que puedan alcanzarse, evaluar si se alcanzan y verificar su efectividad.
Lo contrario de la motivación es la frustración, que ocurre cuando la persona se mueve hacia una meta y se encuentra con obstáculos, lo que le produce una cierta apatía.
Se puede definir la motivación como el impulso y el esfuerzo aplicado para satisfacer un deseo o meta y la satisfacción está referida al gusto que se experimenta una vez cumplida la meta.
Las técnicas de motivación que debe utilizar el líder son:
El trabajo en equipo y la interdependencia de sus integrantes. Es común que los integrantes de cualquier grupo, escuchen y den más importancia a lo que dice otro miembro del grupo que a personas ajenas a éste.
Hacer interesante el trabajo. Hay un límite al desempeño satisfactorio que puede esperarse de personas ocupadas en tareas muy rutinarias.
Relacionar las recompensas con el rendimiento. Éstas podrían incluir la asignación a tareas preferidas o algún tipo de reconocimiento formal.
En todo caso, proporcionar recompensas que sean valoradas.
Tratar a los empleados como individuos.
Alentar la participación y la colaboración. Los beneficios derivados de la sincera participación del empleado son sin duda muy altos.
Ofrecer retroalimentación. A nadie le gusta permanecer a oscuras con respecto a su propio desempeño. De hecho un juicio de rendimiento negativo puede ser preferible a ninguno, pues en esta situación, una persona sabrá lo que debe hacer para mejorar.