La Motivación Personal

Por Caminardelavida
Si definimos la motivación podemos decir que es el deseo interno que nace para satisfacer una necesidad específica que genera en la persona el esfuerzo y la perseverancia para lograr esa necesidad, objetivo o meta.
Una de las grandes fuerzas que impulsan al ser humano a la acción es la motivación. Lo que mueve a una persona a actuar es el grado de iniciativa, la persistencia, el compromiso y la intensidad del esfuerzo para lograr un resultado o aquello que deseamos.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, conocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología humanista, ya dijo que todas las necesidades humanas se pueden clasificar en cinco categorías básicas: fisiológicas, de seguridad, sociales, autoestima y autorrealización. Estas necesidades están presentes en mayor o menor medida en todo el mundo pero la importancia o el orden varía dependiendo de cada persona.
Pensar o sentirse motivado para hacer cambios en nuestra vida o para alcanzar metas implica una acción real para alcanzar esos objetivos. El esfuerzo, el deseo, la satisfacción para lograrlo incluye aspectos como la preparación para que el cambio sea posible, la paciencia y la perseverancia en el tiempo para que los cambios se produzcan y para superar los obstáculos que puedan presentarse hasta llegar al logro deseado. Para encontrar y mantener la motivación, para que el esfuerzo sea constante y hacer todo lo posible para alcanzar la meta hay que tener en cuenta antes de comenzar el proceso la dirección o las direcciones a seguir, la calidad de la decisión, acción o compromiso y la dedicación.
Diferentes formas de motivación:
  • EL ENTUSIASMO. Toma el control de tu camino y siente pasión por la meta propuesta. La pasión y el compromiso generan la energía necesaria  para esforzarnos en alcanzar el logro.
  • GESTIONAR EL TIEMPO. Organizar y priorizar. Hacer una lista de cosas por hacer. Nos ayudará a centrar la atención y reforzar el mensaje de nuestros objetivos. Podemos empezar por enfocar la atención en pequeñas metas que se puedan llevar a cabo todos los días.
  • RECONOCIMIENTO. Si abordamos cada proyecto con entusiasmo sentiremos una sensación de satisfacción muy positiva. Elogiarse y sentirse orgullo de nosotros nos influirá en el comportamiento y en el ánimo. Veremos recompensados nuestros esfuerzos.
  • BLOQUEAR INFLUENCIAS NEGATIVAS. Evitar cualquier forma de contacto con situaciones y personas que puedan generarnos experiencias, ambientes pesimistas, negativos o que tiendan a la discordia y al desánimo. Sólo uno mismo sabemos y decidimos lo que somos capaces de hacer.
  • APARTAR LA VOZ INTERIOR NEGATIVA. Los pensamientos internos que nos dicen que no lograremos el objetivo marcado son frutos del temor o el miedo  y puede desalentarnos o enfriar la motivación, simplemente hay que ignorarlos. Si detenemos la acción el proceso se detendrá, por eso hay que continuar sin importar los obstáculos o fracasos que experimentemos.
  • APRENDER DE LOS ERRORES. Si cometemos un error o nos desviamos del curso de nuestra meta fijada no hay que dejar que ello nos desanime. Hay que aprender y adoptar un enfoque constructivo que nos sirva para identificar las distracciones la próxima vez.
  • ANOTAR LOS LOGROS. Escribir en una libreta o papel cada logro conseguido y disfrutar de la sensación de leerlos nos servirá de referencia para afianzar nuestros pensamientos y nos ayudará en caso de que caigamos en el desánimo.
  • AYUDA EXTERNA. Podemos encontrarnos en una situación sin salida aparente ante un problema o simplemente no vemos la solución. La ayuda de personas de nuestra confianza puede aportarnos ideas o mostrarnos nuevos enfoques.
  • REVISAR Y LAS METAS CON REGULARIDAD. No hay que perder de vista los objetivos, cuanto más los revisemos más motivación conseguiremos alcanzar. Para seguir desarrollando esa  motivación personal podemos revisar de forma regular la meta para que la mente de forma subconsciente empiece a hacer planes para alcanzarlos y fijar más claramente nuestra dirección.
  • VISUALIZAR LA META. Para creer que podemos alcanzar los objetivos propuestos debemos visualizarlos como que ya se han logrado, esto nos ayudará a animarnos y a tomar medidas que nos producirán resultados que nos impulse a seguir adelante.
  • TOME UN DESCANSO. No hay que olvidar de disfrutar del tiempo libre y de cada día, con actividades como quedar con la familia, amigos, dar un paseo o dedicarnos en aquellas distracciones que nos aporten una generosa carga emocional de energía y entusiasmo.
El desarrollo personal surge cuando definimos nuestras metas, las revisamos y tomamos conciencia y medidas para alcanzarlas.