Escribir el nombre de este post ya me produce cierto resquemor, o quizá miedo, respeto, recelo o no sé cuantos adjetivos más, pero tarde o temprano mi vida se apagará.
No fui demasiado consciente de su dimensión, hasta que murió mi madre, sólo pasado un tiempo he ido comprendiendo poco a poco, la verdadera magnitud de esta etapa en Mi Camino de Vida, que esquivamos continuamente por la turbación que nos produce.
Tener la valentía de mirarla a la cara, es, o debería ser, una acción que de vez en cuando tendríamos que realizar, para así, ser mas conscientes de nuestro ahora sin repulsas ni ansiedad.
No pensar en la muerte, obviarla o arrinconarla es decisión de cada cual, opción que respeto, pero pone de relieve la falta de sentido que damos a nuestra propia existencia. “Ignorarla es demasiada omisión”.
“Si la vida es un arte, la muerte es su colofón”
Leí hace poco, que se muere como se vive. Esta frase me deja un poco noqueado, la he releído varias veces y todavía dudo de que sea cierta, o no sé, a lo mejor no acabo de entenderla.
Pero de igual forma leo también: << La muerte es lo mas firme y seguro que se ha inventado ahora en la vida>> y unas carcajadas asoman en mis labios, consciente de esta realidad, TODOS, pasaremos por esta etapa irreversiblemente, sea cual fuere nuestra condición.
Quizá esa conciencia plena de la realidad sobre nuestro final, nos da una ventaja, que insistimos en omitir, como si no fuera con nosotros, que necios que somos… La travesía hacia lo desconocido, la sorpresa e interrogante ante el mas allá, si es que existe, es una acicate, a veces burlesco, que trivializamos con demasía, supongo que por el pavor que nos produce, ni siquiera acercarnos a ella.
Venimos a la vida solos y nos vamos de igual manera, es el único transito que hacemos vacíos de compañía, será por algo.