La muerte de la Reina

 De la gloria y los Dioses del antiguo Egipto comentábamos hace unos días y precisamente un día como hoy, en el lejano agosto del año 30 a. C fallecía, a los 39 años de edad una de las mujeres más

ilustres de Egipto, la deslumbrante Cleopatra VII.

 Contrario a la creencia popular Cleopatra no era una mujer de belleza que arrebatara el aliento, sobre ella bien expresaba el filósofo Plutarco, " dicen que su belleza no era deslumbrante- desde luego, aquellos que la veían no quedaban impresionados- pero cuando estabas en su presencia y hablabas con ella era irresistible."

 Aunque su físico no fuera el más hermoso, Cleopatra fue una de las mujeres más seductoras y astutas de la historia de la humanidad. La soberana egipcia avivó el fuego del amor en los corazones de dos legendarias personalidades, el gran Julio César y quién fuese durante años su aliado más fiel, el militar Marco Antonio.

 Cleopatra fue coronada reina de Egipto en el año 51 a. C, tras la muerte de su padre y forzada a cumplir con la costumbre local de casarse con su hermano Ptolomeo XIII y compartir el gobierno. Valiéndose de su astucia y su relación con el poderoso Julio César logró apoderarse del trono luego de que el ilustre Romano matara al Rey egipcio en un enfrentamiento en el Nilo.

Cuentan que tiempo después las legiones de Octavio, un poderoso conquistador romano, marchaban hacia Alejandría, aquel fatídico agosto, y que temerosos y mal equipados los egipcios se rindieron ante su miedo abandonando a Marco Antonio en el campo de batalla el primero de agosto del 30 a. C , quien sumido en la desgracia de la derrota cayó sobre su propia espada.

 Cleopatra, que había tratado de seducir al nuevo conquistador sin éxito alguno, se enteró de la aplastante derrota seguida por el suicidio de su amante y puso a su áspid mascota en su pecho deseando alcanzar la muerte con su mordida envenenada.

 La muerte de la reina abrió abrió las puertas al dominio romano del Mediterráneo, su hijo fue

asesinado por Octavio, quien anexó el territorio egipcio al imperio, usó el tesoro de Cleopatra para pagar a sus veteranos y más tarde se convirtió en Augusto el primer y más exitoso de los emperadores romanos.

 La reina murió huyendo de la derrota, más su figura vive aún cientos de años después,  ha sido representada en disímiles obras artísticas de autores tan icónicos como William Shakespeare y Dante Alighieri y sin duda es recordada como una de las mujeres más imponentes y astutas de todo Egipto independientemente de su belleza física.