Entró en una secta, de las muchas que existían en Rusia , la de los “khlystys” o flagelantes , de la que pronto se convirtió en su líder. Su idea principal consistía en que era bueno pecar por que después venía el arrepentimiento y ello agradaba a Dios, decía además que pecando con el la salvación era mas segura por que el encarnaba al espíritu santo, así realizaba misas orgiásticas y embaucaba a jóvenes campesinas.
Con 31 años decidió abandonar Siberia y marchar a San Petersburgo. Dejo a su esposa y a 4 hijos reconocidos y a lo largo de su camino siguió ejerciendo su “ministerio”, seduciendo mujeres y encandilando a monjes y sacerdotes. Uno de ellos le entregó una carta para el padre Juan de Kronstadt , del monasterio de Alexander Nevski al cual se presentó precedido de su fama de santón y exorcista, el anciano padre Juan quedó fascinado por su carácter y creyó ver en el un “resplandor de Dios”, por eso le presento a influyentes damas de la sociedad de San Petersburgo que en definitiva le abrieron las puertas de los salones y palacios. Su filosofía era muy simple, decía que había que cometer grandes pecados por que a Dios le agradaba perdonar a los grandes pecadores.
El archimandrita Teofanes ,rector de la Academia de Teología le presentó a los zares con una carta en la que les recomendaba que le atendieran . A pesar de reconocer que sus pecados eran innumerables decía que tenía la fuerza de la contrición y una fe tan grande que garantizaba su salvación. Tenía su consulta abierta día y noche, se presentaba como un curandero y proclamaba que el contacto con su cuerpo tenía efectos curativos y purificadores. Su relación con las esposas de altos funcionarios y gente importante de la sociedad eran la comidilla de todas las reuniones sociales. Los prelados del Santo Sínodo consiguieron apelar a la Duma y aprovechando la ausencia de los zares que estaban de visita en Polonia consiguieron echarle de la corte.
Desde ese momento la influencia de Rasputin en la familia imperial fue incontrolable, en privado este decía que el zar sabía que el futuro de su dinastía estaba ligado al suyo y que la zarina obedecía todas sus ordenes pues sabía que de no ser así la vida del zarevich peligraría.
En 1914 estalla la primera guerra mundial en la que Rusia participó desde el principio. En septiembre del año siguiente el zar Nicolas II se ausenta marchando al frente para estar con las tropas rusas . Nombra a la zarina responsable de los asuntos internos y esta nombra a Rasputin como su consejero personal. La zarina gobierna siguiendo las indicaciones de Rasputin lo que enerva aún mas la animosidad de la aristocracia. En un principio le acusan de espiar para los alemanes, pero esta maniobra fracasa por falta de pruebas. Rasputin intenta que le hagan sacerdote, pero las jerarquías de la iglesia ortodoxa se niegan y le llegan a llamar bestia maloliente. En venganza hace arrestar a todos los que le han insultado y nombra en su lugar a algunos de sus seguidores.
En una reunión de la Duma , su presidente, Rozianco, dice que si no fuese tan viejo el mismo le mataría, los parlamentarios rompen a aplaudir, desde ese momento su destino está sellado.
A las dos y media Rasputin se queda amodorrado y el príncipe aprovecha para subir y hablar con sus cómplices, deciden acabar pegandole un tiro. Al volver a bajar el príncipe le ve admirando un crucifijo de marfil y en ese momento le dispara al corazón. Los otros bajan corriendo al oír el disparo y le creen muerto, pero cuando el príncipe se acerca a el Rasputin abre los ojos inyectados en sangre y rencor , se incorpora y se pone a maldecirlos. Agarra a Yusupov del cuello y Purishkevich vuelve a dispararle, pero parece como si las balas no le hagan efecto y consigue alcanzar la puerta que da a un patio trasero y sale corriendo.
Finalmente los conjurados logran darle alcance en una esquina , mientras vomita sangre les maldice y profiere blasfemias al verlos llegar. Vuelven a dispararle varias veces y después de un tiempo que les resulta interminable por fin cae , al parecer definitivamente muerto. Por fin le atan un peso al cuerpo y le arrojan por un agujero en el hielo al río Neva. Curiosamente la autopsia determino que no murió envenenado ni a causa de los disparos, sino ahogado.
Así acabó la vida de Rasputin y se cerraba una etapa de la historia de Rusia. Finalmente la predicción de Rasputin que ligaba el destino de los Romanov al suyo se cumpliaria un año mas tarde, con el asesinato de toda la familia imperial.