“La muerte del comendador. Libro 2”: el desenlace de la última novela de Haruki Murakami

Murakami sigue haciendo gala de su narrativa cargada de misterio en “La muerte del comendador. Libro 2”

“La muerte del comendador. Libro 2” es la conclusión de la última obra de Haruki Murakami, dividida en dos tomos. El autor japonés es uno de mis escritores preferidos a pesar de que (o precisamente por ello) posee un estilo totalmente propio y original y es especialista en no dar demasiadas explicaciones a las escenas surrealistas y oníricas que suele recrear, dejando esta labor al lector. Si ya has leído “La muerte del comendador. Libro 1” puedes seguir adelante con esta reseña. Si no es así, mejor que leas antes la primera parte, ya que este libro no puede completar por sí solo toda la trama y mi reseña no te dirá mucho. Allá vamos.

Haruki Murakami retoma la historia del retratista protagonista en “La muerte del comendador. Libro 2” tal y donde la dejó en la primera entrega. El pintor continúa su reclusión en la casa de las montañas que pertenece al padre de un amigo de la universidad, un anciano pintor de estilo tradicional que ahora está ingresado en una residencia por padecer demencia senil. Este protagonista y narrador de la historia todavía no ha superado su divorcio y sigue con el encargo de pintar a Marie, la hija de su enigmático vecino millonario. Además de intentar encontrar la esencia de la adolescente para retratarla bien, el pintor deberá seguir haciendo frente a los misterios que se siguen sucediendo en su vida, como la aparición de un comendador salido de un cuadro del dueño de la casa, así como de otras figuras nuevas. Para colmo de males, la joven Marie desaparece un buen día y nuestro protagonista se embarca en una fascinante y extraña aventura, en una especie de viaje de auto-conocimiento que supuestamente servirá para encontrar a la chica.

¿Qué decir de todo esto? De nuevo mucha imaginación, pasajes con gran carga onírica, mezcla de realidad con fantasía y ningún límite claro para separar el mundo real del mundo de las ideas. La esencia de Murakami está presente en todo momento, con un estilo capaz de describir al mínimo detalle actos tan cotidianos como preparar y degustar una comida, para luego lanzarse a recrear un viaje astral (o algo parecido). Sus eternos temas también están ahí: soledad, muerte, traumas pendientes de la infancia o adolescencia, sexualidad y auto-descubrimiento. Eso sí, aunque “La muerte del comendador. Libro 2” funciona muy bien, creo que el autor no debería haber sacado dos volúmenes, más bien debería haber publicado un único tomo un poco más extenso y la historia hubiese quedado perfecta. La trama contada en este libro no es tan vasta ni requiere de tantas páginas como por ejemplo su trilogía “1Q84”, pero imagino que esta estrategia responde a un intento de vender más ahora que es un autor de gran reconocimiento mundial.

Por cierto, si buscabas respuestas para ciertos misterios, no las tendrás todas y verás que muchas cosas se quedan en el tintero, de modo que tendrás que sacar conclusiones por tu cuenta, y es que ya sabes que Murakami no suele cerrar nunca sus libros, dejando teorías en el aire que ni los propios protagonistas llegan nunca a aclarar del todo. Es el precio que debes pagar por leer a Murakami y dejarte enredar en un mundo en el que la frontera entre la realidad y la fantasía se desdibuja con gran facilidad.

En definitiva, si ya has leído “La muerte del comendador. Libro 1” por supuesto debes leer esta segunda entrega para concluir esta historia que, aunque me ha gustado mucho, no incluiré entre mis favoritas de este autor, ya que otras como “1Q84”, “Kafka en la orilla” o “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo” ocupan para mí un lugar privilegiado entre sus obras. Espero que te lances a leer este libro si eres asiduo a Murakami y que te pases por mi blog para comentar tus impresiones. ¡Hasta pronto!

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