- Las piedras: Los judíos no tienen la costumbre de adornar las tumbas con flores, sino con esas piedras pequeñas tan emblemáticas. La mayoría de la gente ignora su significado. [...] A diferencia de las flores, que se marchitan, las piedras permanecen y manifiestan la fuerza del recuerdo. Hablan del lugar inalterable que ocupan los desparecidos en la vida de quien los sobreviven.
- Los fantasmas: la vestimenta blanca del fantasma es en realidad una reminiscencia de un rito judío ancestral: el amortajamiento del muerto.