Lo que ocurre es que hoy no me puedo callar tampoco, aunque me resultaría más cómodo mirar para otro lado, pero cuando algo no me parece justo, debo decirlo.
Para estas horas todos sabemos ya que tenemos concursante, Barei, para el Festival de Eurovisión de este año, aunque la mayoría todavía no “domine” su nombre porque también para esa gran mayoría sigue siendo una desconocida, lo cual no quiere decir que no lleve mucho años, desde el 2001, en el mundo de la música.
Sin embargo, hoy han salido a la palestra unas informaciones que en la humilde opinión de este vecino del mundo pueden dar otra visión de la “ceremonia” del lunes pasado.
De Bárbara Reyzábal González-Aller, verdadero nombre de Barei, pocos sabían en ese momento que pertenece a una familia, por lo que dicen multimillonaria: Los Reyzábal.
El abuelo de Bárbara fue el burgalés Julián Reyzábal Delgado (1903-1978), un campesino emigrado, que como se suele decir resultó ser un lince en los negocios, y entre otras cosas llegó a fundar la productora “Ízaro Films”, con muchos éxitos del cine español de los setenta, incluyendo las pelis de Esteso y Pajares. Y siendo propietario de muchas de las mejores salas de cine de Madrid, ejercía con sus películas como “Juan Palomo”.
También fue el propietario del Windsor, aquel gran edificio y que los más jóvenes recordarán especialmente por su incendio. De la famosa Torre Picasso se dice por ejemplo, que la familia tiene el veinte por ciento...
Este vecino del mundo no pone en duda la profesionalidad de Barei que como ya he dicho antes lleva muchos años en este negocio, porque lo es, y detrás de algunos temas. Pero si ya en su momento no le parecía justo que Edurne fuera uno de los miembros del jurado, porque ya había coincidido toda una temporada en “Tu cara me suena” con otro de los aspirantes, Xuso Jones, con el que mantiene una relación de amistad, ahora, al darse a conocer que Barei ha trabajado en el último disco de Edurne, no me parece justo que las dos hayan coincidido en este evento, una dando, y la otra recibiendo.
Digamos que cuando menos no parece "higiénico".
Ni quito ni pongo, pero recuerdo esa famosa frase de que “la mujer del Cesar además de ser honesta debe parecerlo”, y si yo hubiera tomado parte en este programa como aspirante, ahora seguro que tendría la sensación de que se me ha ocultado algo muy, muy importante.¿Que al final la canción la elegía el público desde sus casas en un 40 por ciento de posibilidades y un 60 por ciento un jurado internacional, con Edurne incluida?
Yo personalmente ya no me creo nada. Aunque ahora voy a hablar de otra cadena, La alegre, votando la gente desde sus casas, La Esteban ganó un concurso de baile, sin saber bailar, y un reality intentando la mayoría de la gente echarla desde el primer programa.
Quizás, lo justo hubiera sido poner las cartas sobre la mesa, y aclarando quien es quien desde el primer momento.
Las sorpresas, si sobre todo son al final, dan cuando menos qué pensar.*FOTO: DE LA RED