LA MUJER EN EL NUEVO MUNDO QUE LLEGA (y II)

Por Mbbp
nov
8
2014 Coaching personal // Educación // Mis libros // nuevos paradigmas // Opinión // sociedad

LA MUJER EN EL NUEVO MUNDO QUE LLEGA (y II)

Escrito por Miguel Benavent de B.   Sin comentarios

Continuación…

Como personas, hombres y mujeres no se diferencian tanto. Es verdad que el género, los condicionantes físicos, la educación y la herencia cultural, siguen condicionando sus respectivos roles, para bien y para mal. Por ello, ambos, mujeres y hombres somos víctimas de unos roles sociales preasignados, que no favorecen lo que en esencia son las personas, con sus cualidades masculinas y femeninas en equilibrio y con unas mismas luces y sombras, que hay que equilibrar. Y eso solo es posible con el crecimiento personal, o sea a través de la coherencia con nuestro interior, convirtiendo nuestros pensamientos, emociones y acciones en su manifestación más concreta y equilibrada, así como en la educación en esos valores universales que hombres y mujeres sentimos interiormente y que nos permiten compartir algo que nos hace, en esencia, iguales a ambos.

Pero afortunadamente el mundo está cambiando hacia un mundo nuevo y más humano -tal vez por primera vez en la historia de la Civilización-, hoy más cercano a los valores femeninos. Y ese es un proceso paulatino y hoy firme, inapelable e irreversible, que no podemos parar, por mucho que les incomode o asuste a muchos. Ahora es el momento de romper antiguos paradigmas que nos han esclavizado hasta ahora y descubrir nuevos caminos a un mundo que aún desconocemos, pero que sin duda se enfocará hacia la mayor humanización, la colaboración y la armonía entre las fuerzas hasta hoy demasiado duales y contrapuestas -como algunos creen erróneamente que son las mujeres y los hombres-, en vez de considerarlos y tratarlos a ambos como “simples” personas que se complementan con sus aspectos diferenciales, pero con unas mismas luces y sombras y con toda una vida por hacer y aprender, compartiéndolas!

Así, valores como la intuición, la sensibilidad y la mayor conexión con la esencia interior -tradicionalmente adjudicados a la mujer- son hoy más que nunca necesarios para este nuevo mundo que llega. Las relaciones humanas de todo tipo y con el entorno natural que nos rodea sin duda se verán favorecidos. Y el nuevo mundo que llega está imponiendo un nuevo paradigma en ese sentido. El verdadero poder que se impondrá será la firmeza interior, la coherencia y, por tanto, el sentido común, aunque muchos de nosotros ya no lo veremos, sino que beneficiará a nuestros hijos y nietos. Y el mundo necesita de esos nuevos valores, cada día más en alza.

Y qué mejor maestra en todo ello que la mujer, aunque para ello y como premisa necesaria, ella debe creérselo y aplicarlo en su vida real y cotidiana, ya fuera de la clandestinidad privada de su hogar. Eso debería poco a poco ser motivo de orgullo en su vida e imponerlo -con sutileza, como lo suele hacer todo la mujer- a los demás y al mundo que le rodea. Y eso requiere que tantos hombres como mujeres armonicen lo que sienten en su interior con lo que viven por fuera, en el mundo. Al fin y al cabo, el nuevo mundo al que aspiramos todos y por el que algunos trabajamos, no es más que un mundo con verdadero amor!