Revista Cultura y Ocio

La mujer masona: sin fronteras sociales ni culturales

Por Mauriciojaviercampos @mauriciojcampos
La mujer masona: sin fronteras sociales ni culturales
Dice Wikipedia, entre otras variadas definiciones: "La frontera es un tránsito social entre dos culturas" (...). Se podría decir también que puede resultar en un límite impuesto por el prejuicio. La sociedad como grupo humano de un alto nivel de interacción con sus semejantes y su medio no puede menos que producir cultura. Y la cultura, cito nuevamente a la Wikipedia, involucra "creencias y pautas de conducta de un grupo social" (...).La discriminación (en sentido despectivo o peyorativo), la consecuente exclusión y la negación de nuestras diferencias individuales o de grupo, no pueden menos que perjudicar el avance saludable de cualquier sociedad, apoyada en sus leyes para aspirar a la tan ansiada igualdad de derechos de las personas que la componen. Una justicia artificial, es cierto, que no alcanza para amparar a todos, pero la más eficiente nacida de la experiencia, el aprendizaje y el conocimiento acumulado por las generaciones.Pero la ley, establecida por la costumbre o ya escrita a partir de lo proyectado por el colectivo social, por el reflejo del nosotros, implica apenas un aspecto -el visible-, de una doble cara, incompleta si se desestima aquello que dijera Umberto Eco: "Como hasta la más laicas de las ciencias humanas nos enseñan, son los demás, es su mirada, la que nos define y conforma".Un amplio espectro de obligaciones para consigo mismo y con el otro, y la conquista de los derechos individuales o colectivos, acapararon la atención y la existencia del ser humano desde que este logró emanciparse de sus necesidades básicas.Un cerebro complejo, un cúmulo de útiles herramientas al alcance de la mano y una conciencia altamente desarrollada lo impulsaron a crecer forzando sus limitaciones, adquiriendo paralelamente en este proceso de enriquecimiento nociones de lenguaje, ocio, arte, propiedad privada, etc. Pero ha sido una lucha lenta y ardua y no exenta de retrocesos según las épocas. La mujer ha padecido en mayor parte estos conflictos. Con períodos históricos claramente matriarcales, y/o sojuzgada a partir del triunfo e imposición de la religiones del libro: el judaísmo, el cristianismo y el islam.Gran parte de las revoluciones libertarias le sirvieron de poco apoyo.Su emancipación se diluyó. Con el advenimiento de la Masonería moderna, abanderada del librepensamiento y el espíritu crítico y científico dentro de los cánones de su tiempo, no le fue mejor.Señalé en otro de mis textos: (...) La mujer ni siquiera fue contemplada en las Constituciones de Anderson, y su emancipación social todavía era impensable. Una disposición general establecía: "Los esclavos, las mujeres, las gentes inmorales o deshonrosas no pueden ser admitidas, sí solamente los hombres de buena reputación" (...).Un punto de inflexión lo constituyó la organización por parte del Gran Oriente de Francia, hacia 1774, de las llamadas Órdenes de Adopción para la Masonería de Damas, Logias jurisdiccionadas y "bajo la protección de un taller simbólico regular que vela por ellas y atiende a sus trabajos". El Gran Oriente de Francia "estableció reglas y leyes para su gobierno; prescribió que solo los francmasones pudiesen concurrir a sus reuniones, y que cada Logia de Adopción estuviese a cargo y bajo la sanción y garantía de una Logia masónica regularmente constituida, y que el Venerable o Maestro de esta última, o su diputado a falta de él, fuese el oficial que presidiese, acompañado de la Presidenta de la Logia de Adopción".En la última década del siglo XIX María Deraismes junto Georges Martin crearán en Francia una nueva Obediencia, pero mixta: La Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain-El Derecho Humano. Es la primera vez que la mujer se inserta con plenitud en las Logias y en un plano de igualdad junto al hombre. Desde entonces ya no habrá límites para que la mujer alcance los más altos grados dentro de la Orden.La Federación Argentina del Derecho Humano fue establecida en 1916.Pero existieron otras Obediencias y Ritos que también apoyaron esta evolución de la mujer. En un período más tardío se puede mencionar como ejemplo la llamada Gran Logia Simbólica Provincial de Santa Fe, practicante del Rito de Menphis Misraim. Llegó a contar con diez Logias y 250 miembros, incluidas mujeres, uno de cuyos Talleres llevaba por nombre Hijas de la Unión Nº 17.Dentro de una serie de artículos sobre la mujer y el librepensamiento, iniciada junto a los hermanos/as de la Logia Henri Dunant y la Jurisdicción Argentina del Derecho Humano, iremos revelando material poco conocido, discursos y otros papeles, sobre el rol y el accionar documentado de la participación femenina en cuestión de Masonería, derechos humanos y todo lo que involucre al ya mencionado librepensamiento, básicamente desde mediados del siglo XIX al XX, un período pródigo en luchas sociales y fructífero en las conquistas alcanzadas. Un comienzo estuvo dado por la conferencia que Julieta Lanteri presentó en la Logia 12 de Octubre -un texto preservado entre las pertenencias de Luis Salessi, aquel que fuera Gran Maestre de la Gran Logia Nacional Argentina-, o el artículo sugerido por la Fundación María Deraismes con respecto a la vida y obra de Belén de Sárraga y, aunque breve, la reseña datada en 1912 sobre el Derecho Humano en Inglaterra, titulada Desembarco en Londres: del clérigo Anderson a Georges Martin.
Reproduzco el discurso del hermano Lucchini recogido en el boletín oficial (Año II, Nº 21, agosto de 1933, págs. 11-13) de la ya citada Gran Logia Simbólica Provincial de Santa Fe, editado en Rosario. Su exposición apareció bajo el título La mujer en la Masonería: concepto y prejuicios.
No comparto, o al menos me es ajena, la idea del alma -y las posturas sobre la reencarnación de la misma que suelen plantearse en otros sitios; al igual que el concepto de Dios, por ejemplo, que siempre me resultó resbaladizo-; tampoco me cabe la noción de una "historia masónica antiquísima" como se alude en el texto y, por ende, algunas de las ideas derivadas de esa frase, como la de situar su origen en el lejano Oriente, hecho que no concuerda con el de una Masonería especulativa y moderna tal cual la conocemos desde el siglo XVIII o poco antes. Pero advierto que estas son solo posturas personales.Dice el texto:
Para discernir lo real de lo irreal, es menester despojarse de todo prejuicio social en el mundo profano y juzgar sustancialmente nuestro porvenir bajo los auspicios de nuestros rituales masónicos. En el orden psicológico, el alma del masón es templada en el crisol del Taller y con los trabajos científicos que en ellos se llevan a la práctica, se persigue la perfección del ser que, filosóficamente, intentan cristalizar nuestros sabios hermanos y que realmente se obtendrá mediante la profilaxis y la perseverancia que nos sindican nuestros textos que han escrito los pro-hombres en su cruzada redentora.La historia masónica escrita en sendas páginas (...) epilogadas en grandes volúmenes que circulan por todos los países civilizados, nos señalan el camino recto para llegar al perfeccionamiento de nuestra especie y, con fundamentos básicos sólidos, nos conducirán a la meta, siempre y cuando el neófito decida despojarse de aquellos prejuicios sociales que adquiere en el mundo profano bajo la férula de hombres al margen de la conciencia.La historia de la Masonería es antiquísima y ha marchado siempre a la cabeza de otras Instituciones, sin cambiar un ápice de su ruta simbólica trazada por el hiraismo (sic) que fundó los primeros templos en los países orientales, de igual forma que los antiguos asiáticos iniciaron nuestra obra de civilización.El concepto de Franc-Masón lleva en sí la definición lógica de hermandad en masa o, universalmente dicho, fraternidad mundial: desde Oriente se extendió por todos los continentes y solo quedaron rezagados algunos que otros países en los que siempre ha predominado la tiranía del clero Católico Apostólico Romano o tiranos (...) y claudicantes de todo idealismo.Ellos son los hombres nocivos a la sociedad humana y atascan en todos los órdenes el desarrollo progresivo de nuestra organización que forma parte integrante, por la ética, de la civilización; esos hombres tienen una comprensión limitada, pero sí poseen, en grande escala, el don de la simulación y su inteligencia le insinúa imprimir al mundo el mayor daño posible por carecer del don natural de fomentar el bien de sus semejantes.La acción de esos seres es perniciosa bajo todo punto de vista, porque no solamente claudican ellos del más noble ideal, sino que facilitan con su charlatanismo obtuso la detención entre tinieblas de la mente del profano que tiene la debilidad de escucharlos.Hay una diferencia de orden sociológico en la forma de ingresar a la Logia Masónica parangonada con el formulismo ficticio de asociarse a otras determinadas asociaciones, por cuanto estas no exigen al novato otras referencias que una simple solicitud con una recomendación cualquiera; en cambio, la Franc-Masonería contempla las prescripciones doctas de sus reglamentos y no transige bajo ningún punto de vista si el neófito no llenare formalmente todas las condiciones exigidas por nuestros reglamentos.De ello depende en buena parte que la Asociación Masónica cuente con un número reducido de afiliados en algunas naciones y, por otra parte, existe la guerra sin cuartel que hacen los poderosos feudales encastillados en sus rancias tradiciones, aferrados por conveniencia propia al apostolado romano, y también los patrioteros del viejo cuño monárquico-imperialista, que apoyados por capitalistas amparados por cierta doctrina dogmática, mantienen a sus súbditos en un estado psicológico de ineptitud tal que no lleguen jamás a librarse del yugo opresor.La mujer tiene su parte influyente en tales emergencias por cuanto ella es en el hogar la llave del corazón humano y por ende la libertad de acción de las conciencias, premunidas de consejos reaccionarios por el confesionario que la atrae con suma facilidad, sensible al dolor y siempre propensa a las creencias, somete su voluntad a un simple capellán y tergiversa la mente precoz del hijo y del esposo también, si este no ha sido encaminado desde su juventud en la senda del positivismo.La mujer es capaz de amar con ese amor sublime que es la fuente de todo cariño que no admite transición de ninguna especie, ama cuando es joven, ama cuando es esposa y ama doblemente cuando es madre; con su amor infinito, conquista al ser más rebelde de su hogar y, ese mismo amor, la hace intransigente con la acción sociológica del hombre, y cuando no vence con su amor vence por su sensiblería recurriendo a las lágrimas si es menester.El cura, el prior o la hermana, conocen perfectamente esas cualidades de la mujer y cuando ven fracasar sus planes con los consejos del confesionario, con el incienso o el sagrario, recurren a la amenaza del más allá y obtienen con frecuencia el fruto de su nefasta prédica introduciendo en el hogar si es necesario, la desidia y la separación espiritual de toda una familia. El hombre es por temperamento y por atavismo el más fuerte y llega en tales emergencias a no claudicar de sus ideales optando para librar a su propio porvenir sociológico a la esposa y a los hijos para evitar consecuencias serias en el orden doméstico, pero entonces es cuando llegamos al caso psíquico de que los prejuicios han dominado al concepto.Es menester pues instruir a la mujer en nuestro ambiente, e inculcarle con suma parsimonia pero con firmeza, los altos ideales de nuestra asociación; sin reyertas ni exigencias, se la instruye con el convencimiento paulatino de nuestra obra positiva a medida que se la pueda orientar en lo real, suscitando en forma benigna las contradicciones que refleja nuestro punto de apoyo que no deja lugar a duda, apartándola, suavemente, de la contaminación de esas doctrinas perdularias y dogmáticas que la subyugan constantemente por la influencia de los falsos apóstoles. Felizmente nuestro Gran Oriente de Santa Fe ha iniciado la obra positiva que ha menester debió iniciar la Franc-Masonería hace muchos años, abriendo en nuestro Templo de la Unión 17 un capítulo: Las hijas de la augusta y respetable Logia.Y en ese capítulo se han iniciado ya muchas hermanas de cuya labor se espera una obra eficaz y positiva: por ahí es donde llegaremos a apartar a nuestras esposas, nuestras hijas, nuestras hermanas y nuestras amigas del fetichismo clerical, que es la rémora eterna de la expansión de nuestra asociación Masónica, pues de esas hermanas depende más que de nosotros la obra práctica de nuestra divulgación social-filosófica, y no debemos ignorar de que estas representan una cooperación poderosísima, desde que ya no sería la influencia imperativa del más fuerte contra el sexo débil, sino la clarividencia de la mujer al reivindicar sus derechos civiles, que se constituye en consorcio femenino para colaborar con el hombre en la emancipación social por la perfección de nuestra especie.Así pues Queridos Hermanos ahí tenemos el ejemplo pregonado por nuestros próceres, Rivadavia, Sarmiento, Mitre y San Martín, que en sendas páginas literarias han previsto el engrandecimiento de la Asociación Masónica Universal, cuando la mujer se despojare de ciertos prejuicios sociales y tomara por base del bienestar común los altos ideales fundamentados en la filosofía masónica.
El enfoque del texto sobre la posición social de la mujer y su rol en distintos ámbitos puede resultar un poco ingenuo en algunos pasajes, pero hay que situarse en el contexto de la época. Recién comenzaba la década del 30. Pocos años antes habían muerto Julieta Lanteri, hoy se sospecha que asesinada al ser atropellada por un auto, y Bélen de Sárraga, en su exilio mexicano. Ella también había padecido atentados contra su vida en varias ocasiones.Sin duda la mujer todavía era subestimada en sus capacidades por amplios sectores sociales y aún legales.Muchas otras seguían batallando y, en este aspecto, resulta visionaria y más destacable la labor integradora y los logros obtenidos por el Derecho Humano desde fines del siglo XIX y desde los primeros años de su existencia, sobre todo teniendo en cuenta su rápida aceptación, expansión y su carácter internacionalista, siendo esta una de sus características más notables hasta el día de hoy.Como contraste de todo lo dicho, basta con citar algún párrafo de una entrevista a la Masonería masculina argentina de los años 60 (Leoplán, 1964), donde se aborda el tema y queda establecida una de las diferencias cruciales, y con plena vigencia también, que separa a la llamada Masonería mixta, liberal y adogmática de la del tipo anglosajón. Planteaba la redacción de la revista:"No logramos localizar a ninguna masona para que diera su respuesta; sólo pudimos averiguar que los ritos de las logias femeninas son, en principio, similares a los ritos masónicos masculinos, pero con notorias diferencias formales, ya que, en el fondo, no han comprendido al espíritu masónico que, según nuestro interlocutor, es completamente inaccesible a ella".Seguidamente, y sin otro comentario, doy a conocer el discurso del hermano Dr. Helio Pusso Carrasco pronunciado en la Logia Hijas de la Unión 17 (G.L.S.P.S.F., Año II, Nº 23, 30 de octubre de 1933, págs. 18-20):
QQ. Hnas/Hnos. todos:
Una gratísima misión me ha traído hoy hasta este templo, cual es, saludaros en nombre de la Logia José Ingenieros a la que pertenezco. Es la primera oportunidad que se nos presenta de poder tributaros esta prueba de fraternal concordia, y expresaros cuan grato y placentero nos es poder contar con vuestra amistad.Vuestra Logia (...) es doblemente simpática y digna de ejemplo, no solo por el carácter liberal que encierra como taller masónico, sino que es quizás la primera formada por representantes del bello sexo.La mujer que es poesía de la vida, la copa dulce que mitiga el dolor y la amargura de la lucha, pañuelo de nuestras lágrimas, sostén de nuestros ideales, e inspiración de todos los más nobles anhelos, ha dado un paso más hacia la liberación de su clase, impuesta por leyes arcaicas, producto del pensamiento estrecho de una civilización que está sufriendo hoy la conmoción lógica que trajo aparejado el progreso, esa idea sublime que ha llegado a formar parte integrante del haber común de nuestra humanidad moderna, que ha entrado en la vida misma, que influye en todas sus manifestaciones, no solo para servir al criterio básico de nuestros pensamientos, sino antes bien para determinar nuestra voluntad y orientar nuestra acción. Por esto es que vosotras poseedoras de un carácter y voluntad a toda prueba, habéis desafiado valientemente los prejuicios sociales, impuestos a veces por las religiones y os habéis reunido en Logia para cultivar vuestro espíritu, elevaros del medio común y servir a la causa de la redención de los pueblos y de los espíritus libertándolos del yugo de la ignorancia.Siguiendo el nuevo derrotero marcado por el progreso, habéis dado por tierra con aquella severa órbita de acción que os marcaban las costumbres, y hoy habéis conquistado destacados lugares en todos los órdenes de la vida, y llenando las aulas de las universidades en donde empapáis de ciencia vuestros cerebros, para luego devolver a la sociedad que hasta ayer os creyó incapaz, descubrimientos como los de Marie Curie, que revolucionaron la ciencia, ya que descubrió el radium, alivio estupendo de la humanidad.Los que hemos seguido más o menos diariamente la marcha evolutiva de la sociedad a través de unos años a esta parte, vemos con asombro y simpatía que la mujer va ocupando los más altos cargos a los que solo estaban destinados los austeros representantes del sexo feo, demostrando así su capacidad indiscutible, y que aquello de que la mujer es débil, no deja de ser una de las tantas invenciones con que nosotros hemos querido disfrazarlas para "protegerlas".Si Francia fue la que dio al mundo el ejemplo sublime de libertad y de democracia que imitaron todas las naciones del mundo, Norte América en su afán de ser la detentora de los últimos adelantos, ha sido la primera nación (sic) que dio oportunidades a su pueblo de erigir en los sitiales gubernamentales a sus mujeres, que se destacaron por su talento y austeridad de pensamientos. Estas conquistas de pueblos libres, han contagiado a nuestra provincia, que es parte integrante de una de las naciones más progresistas del mundo, y ya tenemos, a igual que otras provincias, instituido el voto para la mujer.La mujer no solo debe tener su puesto en el hogar, cuidando a sus hijos, se debe, sí, por entero a ellos que son carne de su carne, pero no ha menester que se esclavice y se anule en la vida; se acabaron las épocas de la Edad Media; hoy debe salir a la lucha por las conquistas sociales, espirituales y por conquistar su propia emancipación. Si la comunidad es un bien necesario ya que de ella ha surgido este delicado y complicado mundo social al que debemos tantas y tantas obligaciones y deberes de respeto y derechos para vivir, debe la mujer contribuir a que las leyes emanadas por esa sociedad estén en consonancia con las épocas y con sus justos anhelos, ya que no por el hecho de haber nacido para ser madres, la naturaleza les ha privado de un cerebro para pensar y de esa sublime alma para sentir y perdonar.La lucha por la conquista de la verdad, la lucha cruenta que entabla el espíritu para saber, la sed insaciable de las mentes, la nobleza de pensamientos, la valentía en la lucha por la vida, os ha traído hasta aquí, nuevas hermanas, hasta esta Masonería que como tierna madre os ha abierto sus brazos para cobijaros en su seno y enseñaros dulcemente como solo puede hacerlo una madre, las verdades y el camino de la vida; vosotras descubriréis más verdades de los que las palabras os digan si educáis pacientemente vuestras mentes y vuestro espíritu en la investigación.En cuanto a la obra humanitaria que calladamente hacéis en esta Augusta Logia, os felicito efusivamente en nombre de la Logia José Ingenieros y en el mío propio; vuestro taller de corte y confección, la escuela y todas las obras inspiradas por este taller, hablan bien claro del amor conque os decicáis a la obra masónica que es todo sacrificio y abnegación.Seguid hermanas por este sendero, libre vuestra conciencia de los malsanos prejuicios, alta vuestra frente ya que hacéis obra de redención y de beneficencia, y satisfechas por el deber cumplido, avanzad valientemente por vuestra ruta, y si alguna zarza se opone a vuestro paso y os hiere, apartadla con desdén, es la envidia que os acosa para haceros desfallecer, pero vosotras sois valientes, muy valientes, ya que sois mujeres y triunfaréis.He dicho. 

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