Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración:
Dirección: Lucky McKee.
Intérpretes: Pollyanna McIntosh, Angela Bettis, Sean Bridgers, Lauren Ashley Carter, Zack Rand, Carlee Baker.
"La Mujer es la última superviviente de un clan salvaje que ha recorrido la costa Noreste durante décadas. Cuando el último miembro de su familia es asesinado en un enfrentamiento con la policía, la mujer se encuentra sola, gravemente herida y vulnerable. Por desgracia, ahora es una presa demasiado fácil para el cazador local, abogado exitoso y gravemente perturbado hombre de familia Christopher Cleek. Con su juego macabro de ideales, Cleek decide embarcarse en un desquiciado proyecto - capturar y "romper" a la Mujer - una decisión que pronto pondrá en peligro las vidas de Cleek, su familia y la de la Mujer."
Ahora, leí un libro, ví una película, y finalmente, The Woman llegó antes en versión celuloide antes que la versión en papel. ¿Que nos depara esta vez Jack Ketchum?
Del modo en el que yo lo veo, es como un cuento con moraleja, un Tarzán femenino morboso, un lado B a la historia que Disney nunca nos contó ni se atrevió a hacerlo. Tras la primera impresión de que algo malo está pasando con Chris y su temerosa familia, las cosas no hacen más que empeorar: si ya tener a una mujer cautiva en un sótano es suficiente aberración, y golpear a tu mujer y, acto seguido, acostarte como si no pasara nada, lo que han visto no es nada conforme las revelaciones empiecen a acumularse una a una. Puede que sean de manera explícita o implícita, pero la acumulación de atrocidades serán bastantes una vez terminada la película.
The Woman, por otro lado, no podría haber sido mejor sin el maravilloso elenco al frente. Pollyanna McIntosh regresa en el papel de la Mujer caníbal, y en este caso tiene todo el protagonismo absoluto, que antes tuvo que compartir con una manada entera; esta actriz es una de las grandes actrices sin descubrir que tiene el medio, ya que con la pesadísima actuación que entrega (entrega mucho más que eso, por poco se deja la vida) la única reacción que queda es aplaudirla de pie (y cuando se cobra su merecidísima venganza, ni les cuento...) De contrapartida, tiene a los 'civilizados' Sean Bridgers como el patriarca Cleek, en otra actuación asombrosa - el tipo entendió la palabra 'desquicio' al pie de le letra - y la incombustile Angela Bettis (amiga personal de McKee) es la abnegada esposa, que vive a la sombra de su marido, pero carga con culpa propia. Los hijos de la pareja están muy correctos los tres, desde la hija mayor que esconde un turbio secreto tras esos enormes ojos de venado, pasando por el jovencito del medio, que sigue a rajatabla los pasos de su padre, y la menor, una dulce muchachita que no sabe muy bien lo que sucede a su alrededor, pero que con el gesto final que tiene descubre que los lazos de sangre son más fuertes que los que uno creía.
Otro punto clave del que veo, muchos han opinado, es la música. El desconocido Sean Spillane (quien tan sólo tiene The Woman en su currícula) compuso los temas que aparecen en el film, tanto instrumentales como los regulares, mientras la película se filmaba, lo que lo pone en un lugar diferente a muchos compositores y también le dio la oportunidad de crear una ambientación única para la película, como una segunda piel. Sí es cierto que en algunos momentos los temas rockeros desentonan un poco, pero hacen a la película; si es por eso, me quedo con el glorioso momento en el que Chris y Belle lavan a la Mujer, unos minutos de gloria con intepretaciones al mango de parte de McIntosh, Bridgers y Bettis, y una música de fondo sublime (la música de dicho momento la pueden saborear en el teaser trailer que acompaña a esta entrada)
Calificación: A-