El cine, fiel reflejo de la realidad. La evolución y transformación de la mujer no ha pasado indiferente en la gran pantalla. El séptimo arte tiene el papel de mostrar las desigualdades, denunciar y enseñar todo aquello que pasa desapercibido en lo cotidiano de nuestra vida. Es entretenimiento pero también supone concienciación e identificación: el cine constituye y asienta muchos de los roles que posteriormente se establecen como habituales en nuestra sociedad. Desde La Cenicienta de Disney hasta Las Libertarias de Vicente Aranda ha llovido el suficiente tiempo como para que la población haya abierto los ojos en pro de una sociedad igualitaria y equitativa y, por supuesto, el cine ha querido participar de esta transformación. No sólo a través de las temáticas, sino también en los diversos oficios del cine, en los que las mujeres trabajadoras están muy presentes y valoradas: Libertarias, de Vicente Aranda: Esta película cuenta la historia del Grupo de Liberación Femenina, una asociación de mujeres anarquistas que quieren luchar en el frente durante la Guerra Civil española. Prostitutas, obreras y hasta una monja integran este colectivo que sueña con la libertad y la igualdad social entre hombres y mujeres. Bajo el lema “Los hombres y las mujeres no somos iguales, somos equivalentes” aguantan la guerra y se hacen valer en el campo de batalla, independientemente de su sexo. Esta película muestra la lucha feminista durante la II República y los derechos arrebatados en la dictadura franquista a unas mujeres ya conscientes de su valía social. La sonrisa de Mona Lisa, de Nike Newell En plena década de los 50, una profesora de Historia del Arte, Katherine Watson, llega a una universidad Wellesley para dar clase a un colectivo de chicas jóvenes y ricas, pertenecientes a la aristocracia inglesa. Esta película hace una crítica a la sociedad patriarcal y a la imposición social de que la mujer tiene que depender económica y socialmente de su marido. Julia Roberts se mete en la piel de esa profesora que intenta sacar lo mejor de sus alumnas con el objetivo de que renuncien a ser mujeres objeto y decidan el rumbo de su vida sin ceder a las presiones que reciben de sus familias. La sonrisa de Mona Lisa es una película que hace apología de la necesidad de que la mujer tenga voz y voto en todas las cuestiones que le afectan.
El cine, fiel reflejo de la realidad. La evolución y transformación de la mujer no ha pasado indiferente en la gran pantalla. El séptimo arte tiene el papel de mostrar las desigualdades, denunciar y enseñar todo aquello que pasa desapercibido en lo cotidiano de nuestra vida. Es entretenimiento pero también supone concienciación e identificación: el cine constituye y asienta muchos de los roles que posteriormente se establecen como habituales en nuestra sociedad. Desde La Cenicienta de Disney hasta Las Libertarias de Vicente Aranda ha llovido el suficiente tiempo como para que la población haya abierto los ojos en pro de una sociedad igualitaria y equitativa y, por supuesto, el cine ha querido participar de esta transformación. No sólo a través de las temáticas, sino también en los diversos oficios del cine, en los que las mujeres trabajadoras están muy presentes y valoradas: Libertarias, de Vicente Aranda: Esta película cuenta la historia del Grupo de Liberación Femenina, una asociación de mujeres anarquistas que quieren luchar en el frente durante la Guerra Civil española. Prostitutas, obreras y hasta una monja integran este colectivo que sueña con la libertad y la igualdad social entre hombres y mujeres. Bajo el lema “Los hombres y las mujeres no somos iguales, somos equivalentes” aguantan la guerra y se hacen valer en el campo de batalla, independientemente de su sexo. Esta película muestra la lucha feminista durante la II República y los derechos arrebatados en la dictadura franquista a unas mujeres ya conscientes de su valía social. La sonrisa de Mona Lisa, de Nike Newell En plena década de los 50, una profesora de Historia del Arte, Katherine Watson, llega a una universidad Wellesley para dar clase a un colectivo de chicas jóvenes y ricas, pertenecientes a la aristocracia inglesa. Esta película hace una crítica a la sociedad patriarcal y a la imposición social de que la mujer tiene que depender económica y socialmente de su marido. Julia Roberts se mete en la piel de esa profesora que intenta sacar lo mejor de sus alumnas con el objetivo de que renuncien a ser mujeres objeto y decidan el rumbo de su vida sin ceder a las presiones que reciben de sus familias. La sonrisa de Mona Lisa es una película que hace apología de la necesidad de que la mujer tenga voz y voto en todas las cuestiones que le afectan.