Pese a sus problemas de producción y a que Michael Radford abandonara el proyecto y exigiera que no se la considere como suya, esta comedia costumbrista ambientada en la guerra civil se puede ver gracias a Mario Casas y a un tono amable que la hace simpática, sin más.
Recomendada para quienes no les importe que laguerra civil sea mero telón de fondo para ver las andanzas insustanciales de un pobre gañán simpático y simplón, un buenazo atrapado en un mundo que ni le va ni le viene.
PRONTO RESEÑA COMPLETA