La narración se sitúa cronológicamente antes y después de la batalla de Valsequillo y narra la historia de Juan Castro, un trabajador de la tierra que es llamado a filas como cabo acemilero. Haciendo labores de labranza, se encuentra una mula perdida, a la que decide darle cobijo para llevarla a su tierra cuando finalice la guerra y así tener un pequeño sustento. A partir de ese momento lo único que le importará será mantener a la mula, Valentinilla, con él. En una de las ofensivas de la Guerra, Valentina se escapa y va a parar al otro bando. Castro no se lo piensa y corre a buscarla. Allí se encuentra a un conocido que le devuelve la mula para así ser prisionero con garantías. A raíz de este episodio, se le otorgará la medalla del valor. A Juan y a sus compañeros de trinchera, la guerra y por lo que se lucha no les importa nada: lo único que les mantiene entre tanta penuria son los avances en el terreno amoroso de cada uno de ellos. La esperanza es el punto común entre tanta hambre y miseria, además de la confraternización entre paisanos, sin importar el color de la camisa. Una historia que tiene como telón de fondo la guerra pero que no habla de ella, sólo es la circunstancia que rodea a los personajes.
La lectura es ágil y los hechos están contados con infinita ternura. No hay nada bélico, más bien al contrario, es un alegato claramente antibelicista. La Guerra Civil no es el tema, sólo es la circunstancia que rodea a los personajes;como he señalado el principio es una historia sobre las personas, y el deseo de todas ella de vivir en paz, independientemente de la ideología que profesen. Una reflexión a tener en cuenta en una obra de la Guerra Civil contada de manera diferente.Un libro muy cortito en extensión pero grande en contenido. Para mi una lectura imprescindible y altamente recomendable.He escogido un párrafo muy significativo que engloba el sentido de la novela(También muy significativo para mi ya que menciona una parte de Jaén que conozco a la perfección)
"- Oiga yo no quiero medallas. Yo lo que quiero es que acabe pronto la guerra y volver pronto a mi pueblo.-¿De dónde eres?-De La Quintería, al lado de Andújar.-¡Buena tierra, allí se ha escrito una página gloriosa de nuestra Cruzada: el asedio del Santuario de la Virgen de la Cabeza! (hace referencia a la opucación de los nacionales en el Santuario que estaba en manos de los Republicanos. Hoy día hay señales evidentes de este episodio y fosas comunes, donde se encuentran enterrados cientos de republicanos fusilados tras el asedio.)- Ya sé.- ¿Es posible que una persona de aquella tierra heroica no quiera contribuir a la causa nacional?.- Yo ya contribuyo. Soy acemilero.- Si pero un modesto acemilero que puede convertirse en héroe.¡Yo te haré héroe! ¿Has pensado en los agasajos, en que las mujeres te persigan, que se te ofrezcan abiertas las patas? ¿Tienes novia?
- No,hace un momento que me ha dado con la puerta en las narices porque se ha enterado que soy pobre y encima el alférez que me escribía las cartas le han dado un metrallazo en la pierna y lo han ecacuado.
-¿Lo ves? Ser pobre no es una deshonra, pero a las mujeres les gusta el dinero y el brillo social. si no lepuedes ofrecer dinero, dale lo otro y ya verás como la recuperas. ¡Qué sepa que eres un héroe!
-¡Qué no, que no quiero más lios!
(...)
-Bueno, al menos déjame que te haga una foto.
-¿Esto va a salir en el periódico?
- Sí, esa es la idea.
- Hombre, si puede ser, que no salga mi nombre, porque no quiero significar a la familia en el otro lado, no vayan a tener que lamentarlo, que ya bastante habrán tenido cuando me pasé. (...)"
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http://www.juaneslavagalan.com/