Los investigadores que estudien la obra de Elena Ferrante sin duda analizarán en algún momento el rol de las muñecas en sus historias. Lejos de tratarse de un tema baladí, la autora es consciente de lo que significan para una criatura: la personificación del objeto inanimado, el apego entre la niña y la muñeca, la imitación del mundo de los adultos como aprendizaje. Es consciente asimismo de la conmoción que supone su pérdida, pues siempre escribe sobre muñecas que se pierden. Lo hace en su aclamada tetralogía Dos amigas (2011-2014), donde las muñecas abren y cierran el conflicto, pero también lo hace en la menos conocida La hija oscura(2006), una espléndida novela en la que se encuentra el germen de la saga. Y, por último, tan importantes son las muñecas para Ferrante que incluso les da voz en La muñeca olvidada (2007), un cuento infantil, el único que ha publicado hasta el momento, que se ha traducido hace poco al castellano.
Los investigadores que estudien la obra de Elena Ferrante sin duda analizarán en algún momento el rol de las muñecas en sus historias. Lejos de tratarse de un tema baladí, la autora es consciente de lo que significan para una criatura: la personificación del objeto inanimado, el apego entre la niña y la muñeca, la imitación del mundo de los adultos como aprendizaje. Es consciente asimismo de la conmoción que supone su pérdida, pues siempre escribe sobre muñecas que se pierden. Lo hace en su aclamada tetralogía Dos amigas (2011-2014), donde las muñecas abren y cierran el conflicto, pero también lo hace en la menos conocida La hija oscura(2006), una espléndida novela en la que se encuentra el germen de la saga. Y, por último, tan importantes son las muñecas para Ferrante que incluso les da voz en La muñeca olvidada (2007), un cuento infantil, el único que ha publicado hasta el momento, que se ha traducido hace poco al castellano.