La musa, Simonetta Vespucci (1453-1476)

Por Sandra @sandraferrerv

Simonetta Vespucci
Botticelli (1476)

El Nacimiento de Venus, obra cumbre de Sandro Botticelli y uno de los símbolos de la Florencia Renacentista, ha fascinado y sigue fascinando a amantes del arte y de la belleza. La bella y perfecta Venus es el rostro de quien fue musa y amor imposible de Botticelli, Simonetta Vespucci, una joven noble que tuvo una corta existencia pero que enamoró no sólo a su esposo sino también a artistas y aristócratas, entre ellos, los hombres de la familia Médici.

Una noble de un lugar desconocido Simonetta Cattaneo de Candia nació el 30 de marzo de 1453 en el seno de una familia noble. El lugar exacto de su nacimiento no se conoce pero podría haber sido Génova o Portovenere. Su padre, Gaspare Cattaneo Della Volta era un noble genovés casado con Cattocchia Spinola de Candia. Simonetta tenía alrededor de 15 años cuando se casó con Marco Vespucci. Hijo de Piero Vespucci y emparentado con el famoso navegante Amerigo Vespucci, Marco se había trasladado a Génova, donde entonces vivía la joven, para estudiar en el Banco di San Giorgio. En abril de 1469 vio por primera vez a Simonetta en la iglesia de San Torpete. Enamorado desde el primer momento, Marco pidió la mano de Simonetta que fue dada gratamente por su padre. La familia de Marco no sólo era una familia de renombre en Italia sino que mantenía una estrecha relación con la nobleza florentina, sobretodo con los Medici. La reina de la belleza

Cleopatra
Piero de Cosimo (1500)

Simonetta y Marco se trasladaron a Florencia para casarse y establecer allí su residencia. La belleza de la señora Vespucci no pasó desapercibida y fue aceptada al momento en la corte florentina. Los hermanos Medici, Lorenzo y Giuliano, atraídos por el encanto de Simonetta, ofrecieron a la pareja el Palacio de Via Larga para que se celebrara allí la boda. Aunque la admiración de Lorenzo no pasó de ahí, su hermano Giuliano osó mostrar públicamente su estima hacia Simonetta convirtiendo su retrato en el estandarte para la justa conocida como “La Giostra”. Nombrada en el evento “La reina de la belleza” Simonetta se convirtió en la musa de Florencia.  Aquel estandarte en el que aparecía representando a Palas Atenea había sido pintado por el artista Sandro Botticelli, quien viviría hasta su muerte obsesionado por Simonetta. El amor del artista La bella y joven Simonetta posó para muchos artistas que se agolpaban en los talleres de la Florencia renacentista. Pero quien repitió hasta la obsesión su rostro fue Sandro Botticelli. El pintor italiano inmortalizó las facciones de Simonetta en muchas de sus grandes obras, lo que ha hecho pensar en una suerte de obsesión por su musa. 


La Primavera | Botticelli (1478)

Botticelli vio truncado su amor poco tiempo después. El 26 de abril de 1476, Simonetta moría de tuberculosis con tan sólo 23 años. Su marido se volvió a casar un año después pero Botticelli no se olvidó de su musa. Nueve años después de su desaparición, en 1485, terminaba su famoso Nacimiento de Venus en el que volvía a aparecer aquel bello rostro. 

El nacimiento de Venus | Botticelli (1485)

Más de 30 años vivió Botticelli sin Simonetta. Pero en la muerte decidió que ya no se separaría de ella. Su última voluntad fue ser enterrado a los pies de su tumba en la Iglesia Ognissanti de Florencia.