La música, a la cola

Publicado el 18 marzo 2015 por Santiagomiro


El alcalde de una localidad en la que toco, fardaba de ser un megalómano de la banda. Al principio, solía acudir a los conciertos organizados y aprovechaba cualquier ocasión para ponernos por las nubes. Pero, desde hace aproximadamente un año, más preocupado por los vaivenes de la política, dejó que la música y los músicos siguieran sola y solos mientras él se debatía contra los intoxicadores de su partido. Era, al parecer, la norma del PP:  dejarse de notas y florituras para acorazar sus dominios, no fuera que el lobo, con sus aullidos, espantase a sus ovejas y desbaratase sus planes.
Hoy, leyendo la prensa, me percato que entre la música y la política ya no existe pacto alguno. En todo caso, sólo planes de liberarse de sus “efectos nocivos”. Por algo la nueva Ley de Educación elimina la música como asignatura troncal en la Educación Primaria. Y la música pasa a ser asignatura optativa a la elección de las Comunidades Autónomas. A este paso, quien sabe si, al final, se limitará la música a la “positiva” y sólo se aconsejará a los autores que no molestan al PP, como hizo el nazismo. Como consecuencia  de su plan,un alumno o alumna en España podrá acabar su escolarización obligatoria (primaria y secundaria) sin haber estudiado la asignatura de Música en ningún curso, algo que no ocurre en prácticamente ningún país de la OCDE. Que la música sea cultura y que ayude a la estimulación de los niños les suena al PP a cuento chino. ¿Qué desarrolla la psicomotricidad, el pensamiento lógico, las competencias en idiomas, la sensibilidad artística, los valores y la autoestima entre otros factores? ¿Qué los niños deberían tener derecho a una formación completa y a una buena educación musical? ¿Qué no apoyar la clase de música en primaria significa privar a los niños de estos factores, ya que  muchos solo tienen la oportunidad de conocer la educación musical a través de la escuela? Cuentos y más cuentos que no sirven para un PP acosado por las expectativas electorales del momento.
Por de pronto, sabemos que, para el  ministro Wert y su ley LOMCE (Ley Orgànica para la Mejora de la Calidad Educativa), la música ha dejado de ser  una asignatura obligatoria y pierde horas de clase. Las asociaciones de docentes y profesionales rechazan la pérdida de peso de la asignatura con la nueva ley y se sienten “abandonadas” por Educación. La materia pasa a ser optativa y queda a expensas de las comunidades autónomas, que están proponiendo planes dispares.La disminución de la carga horaria puede traducirse en pérdida de puestos de trabajo y un empeoramiento de las condiciones laborales. Ya lo dijo el ministro de Educación:Hay asignaturas que distraen”. La Música es una de ellas: los profesionales y los profesores de la materia se sienten "minusvalorados” por el ministerio. Además, la situación puede tener una variante laboral a partir del próximo curso, cuando la nueva ley empiece a implantarse en Secundaria y la reducción de horas provoque que sobren profesores de la materia. “La LOMCE – valora Marta Fernández, jefa del departamento de Música del IES, Gaspar Sanz, de Meco (Madrid)- privilegia las asignaturas útiles o ideológicas (Religión) y menosprecia aquellas que forman en su integridad a las personas".
La situación tampoco es novedosa para los profesores del sector. "En 15 años de docencia he visto pasar, una tras otra, diversas leyes educativas y la materia siempre ha ido perdiendo horario y contenidos, hasta que ahora ha llegado su sentencia de muerte", explica Fernández. Tal vez por esto, el alcalde de mi banda ha dejando de asistir a los conciertos y nos ha rebajado la ayuda que el ayuntamiento destinaba para la banda. Sin embargo, no es esta la principal preocupación de Fernández, quien lamenta: "La mayoría de la población desconoce cuánto hemos mejorado en cultura musical, cómo los chicos de hoy aprenden a tocar instrumentos y a conocer –y, por tanto, valorar– los distintos estilos musicales. ¿De dónde piensan los legisladores que va a salir el público que llene los auditorios el día de mañana?”. Claro que, quién sabe, a lo mejor es eso lo que el PP se propone: que el público sólo esté dispuesto a apoyar la política cultural de  este partido.