El Museo de Bellas Artes de Estrasburgo ocupa la planta superior del Palacio Rohan. La colección de pintura es de considerable interés. Llamamos la atención sobre la Alegoría de la Música de Michele Desubleo (1601-1676), un pintor flamenco asentado en Italia.
Puede sorprendernos que en una alegoría femenina de la música aparezcan una esfera celeste y otra armilar. Recordamos la Oda a Salinas de Fray Luis de León. La concepción pitagórica tan apreciada en el Renacimiento divide la música en mundana y cósmica: todo el universo resuena en orden, inmensa cítara.
La música formaba parte de la matemática pero además representaba el orden del universo.
Traspasa el aire todo hasta llegar a la más alta esfera, y oye allí otro modo de no perecedera música, que es de todas la primera. Ve cómo el gran maestro a aquesta inmensa cítara aplicado, con movimiento diestro produce el son sagrado con que este eterno templo es sustentado. Y como está compuesta de números concordes, luego envía consonante respuesta, y entrambos a porfía mezclan una dulcísima armonía.