Hoy vamos a dedicar nuestro especial a una obra concreta. Una obra que marcó una época y una forma de entender el cine de ciencia-ficción que sigue vigente aún hoy, más de treinta años después. Si la película marcó a una generación de fans, su música inspiró a una generación de artistas. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de Star Wars.
De su colaboración con George Lucas había surgido la banda sonora de THX. Cuando el tándem Lucas-Spielberg le presentaron la idea y los conceptos para una nueva película de aventuras espaciales, Williams supo que tenía algo especial. El compositor americano siempre se había destacado por su técnica compositiva y por la capacidad de aplicar elementos clásicos para crear etiquetas sonoras inmediatamente reconocibles y de gran fuerza evocadora. Así es como comenzó una historia que sucedió hace mucho, mucho tiempo en una galaxia lejana, muy lejana.
Como reseña cabe decir que la presente crítica se basa en la edición en 2 CD`s lanzada para conmemorar la primera edición remasterizada que apareció en VHS en 1998 y que a mi juicio es la más completa e imitada desde entonces.
La acción cambia al presentarnos el leit-motif de la Estrella de la Muerte, la superestación destructora de planetas. Resulta, como siempre, sorprendente la facilidad de Williams para crear una etiqueta sonora más que adecuada tan sólo con media docena de notas de una estridente sección de viento. El score transcurre entre motivos directamente relacionados con la orquestación ideada para Tatooine con ocasionales concesiones al tema de Luke y diversas variaciones de otro icono sonoro, el tema de Obi-Wan, que también sirve de etiqueta musical para la Fuerza.
Finalmente, la acción se traslada a Mos Eisley. Aquí encontramos un cambio de tercio del compositor, inspirado claramente en su gusto por la música de los años 30 y 40 en general y por el swing en particular en el tema que interpreta la banda alienígena del bar. Además hacen su aparición otros personajes como Han Solo y Chewbacca pero lo que realmente nos deja una huella sonora aquí es el motivo que Williams dedica al Halcón Milenario, la aparentemente destartada nave de los contrabandistas, y que se repetirá a lo largo de lo que queda de score como un hilo conductor de todo lo que suceda en el espacio.
Como final del primer disco tenemos una versión alternativa del tema utilizado durante la escena del atardecer de los soles binarios, que aporta un punto de vista distinto y, quizá, menos lustroso que el utilizado originalmente aunque ésto último es una opinión absolutamente personal.
El segundo CD se inicia con el tema de la princesa Leia, donde la flauta y el violín transmiten sensibilidad y lirismo a través de un tempo pausado donde la flauta y el oboe tienen un gran protagonismo y con un final en el que el violín nos hace contener la respiración.
De nuevo en la acción principal de la película, diferentes motivos y variaciones donde encontramos de nuevo el motif del Halcón Milenario, así como la primera aparición de la etiqueta sonora dedicada a la Alianza Rebelde, nos trasladan a través de los eventos que dan con los protagonistas en la Estrella de la Muerte, cuyo motivo ya conocíamos. Aquí la acción va in crescendo con vibrantes pasajes como el dedicado al salto del abismo y abruptos parones como el del compactador de basura hasta llegar a una emocionante variación del tema de Obi-Wan sirve como punto culminante. Como epílogo a este emocionante pasaje tenemos una persecución espacial hábilmente ilustrada por los motivos del Halcón Milenario y de la Alianza Rebelde.
A modo de epílogo encontramos uno de los momentos musicales más solemnes de la saga donde una nueva rendición de los temas ya conocidos se nos presenta como una marcha militar que da paso a los créditos.
Cabe destacar que los créditos seguirán la misma estructura en las tres películas con una primera parte común donde el tema de la Alianza Rebelde domina con fuerza para después dar paso a los elementos identificativos de la película en cuestión. En este caso es e ltema de Leia el que relaja el tiempo hasta que de nuevo llegamos a una parte común donde una variación de nuevo del tema de los Rebeldes nos lleva al final de una experiencia sonora única y que deja un sabor excelente.
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