MARIMBA EN DO MAYOR Si hubiera que ponerle música a la Bonanza "marimbera" esta tendría que ser, inevitablemente, una puya, un merengue o un paseo vallenato porque fueron, sin duda, este aire y sus intérpretes los consentidos de grandes "capos traficantes, quienes pagaban con generosidad dos y tres millones de pesos por cuatro noches consecutivas de parrandas. José Cervantes Angulo, en su exitoso libro "La noche de las Luciérnagas", dijo: "Se afirma que 'Lucky' Cotes, en un momento de arrebato, después de escuchar una interpretación del músico Jorge Oñate, le regaló una Blazer". En otro aparte del mismo libro, Cervantes dice. " 'El Gavilán Mayor' le regaló al músico vallenato Diomedes Díaz una camioneta Ranger, porque éste en una noche de parranda cantó más de cien veces una canción cuya letra está dedicada al prestigioso y vanidoso "marimberó ". Que todo "capó" que se respete--comentan en la Guajira- debe ser nombrado en los discos vallenatos. Por lo general--sostiene Cervantes Angulo--cada mensión les asegura a los músicos 100 a 200 mil pesos. Nadie ha prensado más discos en los últimos seis años que los conjuntos vallenatos. En promedio, es casi un Larga Duración diario. Lo que ha generado, por otra parte, una nueva clase de corrupción. La de los programadores musicales y "disc-jockeys" de emisoras que, según han denunciado temerosamente algunos intérpretes, les cobran dinero para pasar sus números con regularidad. A este chantaje se le conoce por el nombre de "payola" y fue comentado internacionalmente por la revista especializada "Billboard".
Tomado de revista Semana: semana.com
Raúl Jacobo Gómez Castrillón cual fuese su verdadero nombre; oriundo de la población conocida como: “Las Palmas” caserío ubicado en el departamento de La Guajira cerca de los límites de su capital Riohacha, nació el 22 de Julio de 1941 en el seno de la familia Gómez Castrillón, siendo sus padres: el señor Rafael María Gómez Asís y la señora Zunilda Elena Castrillón Sáenz.
Durante sus primeros años de vida según cuenta su hermano Juan Vicente Gómez Castrillón “Juan Vi” como le apodaron sus sobrinos y familiares; Raúl convivió con sus padres y sus dos hermanos mayores, el primero ya mencionado y la mayor de sus hermanas Dalva Celina Gómez Castrillón quien era la encargada de cuidarlo, siendo este el tercero dentro de una cronología de 8 hermanos: Danilo Rafael, Amparo Lucia, Tubal Caín, Inés María y Aldo Francisco los cuales nacerían posteriormente.
Para aquel entonces su padre Rafael María compraba tareas (medida agraria) de yuca en una hacienda conocida bajo el nombre de “La Guillermina” la cual era propiedad de uno de sus hermanos el señor Guillermo Gómez Asís y que se ubicaba en las inmediaciones del pueblo. En la Guillermina abundaba una gran cantidad de palomas las cuales eran devoradas por gavilanes marrones, aves de rapiña que poblaban la región, desarrollando así una cadena alimenticia ya que estas palomas consumían los rabos y bagazos de yuca que eran ralladas por los hermános Gómez Castrillón para la elaboración de almidón, siendo ellas luego depredadas por los gavilanes.
“Juan Vi” afirma, que en una ocasión Raúl observaba como una bandada de gavilanes furtivos aniquilaba una indefensa palomita, como todo niño, impotente ante tal genocidio Raúl prorrumpió en llantos, su hermana Dalva sin darse cuenta le dio una gran profecía que lo marcaria por la eternidad, convirtiéndolo en todo un Don Juan, tal vez en un Romeo o quien sabe en qué estirpe de galán conquistador, seductor y agasajado de deleitosos claveles; con tiernas palabras lo consolaba diciéndole: “no llore’ que tú va’ja sé’ como esos gavilane’ que se comen las paloma’”, de allí el seudónimo de “Gavilan”. La vida continuaba en el hogar de Rafael y Zunilda, gracias a ello y por el empuje, gallardía y dinamismo de Raúl y sus tres hermanos Danilo, Caín y Aldo fue que pasaron a ser merecedores del apelativo “Los Gavilanes” expresión que por antonomasia definía a toda la familia; siendo Raúl Jacobo El Patriarca Y Principal representante de la misma, por lo cual recibió la distinción de “El Gavilán Mayor”, fue toda una leyenda, de por sí, perdura apoteósico aun después de fallecido. Juan Vi como primogénito de sus hermanos fue el primero en asumir el sustento familiar; entre 1963 y 1968 se trae a Riohacha a sus hermanos y otros familiares, quienes inician estudios de primaria y secundaria respectivamente, no contando con Raúl quien para 1951 cumplía escasos 10 años de edad, mostrando amor e inclinación por el trabajo, pero a su vez apatía por el estudio, lloraba amargamente con la sola idea de salir de Las Palmas a estudiar, a pesar de ello sus hermanos Juan Vicente y Amparo Lucia Gómez Castrillón si lograron este objetivo. Entre 1964 y 1967, los Gómez Castrillón poseyeron varios vehículos gracias a su gran perseverancia y tesón en el trabajo en aras de cumplir sus metas y sueños logrando con ello y con muchas otras cosas más, una mejor y excelente calidad de vida. Los hermanos Gómez Castrillón fueron emprendedores por excelencia, amantes del progreso y la comodidad sobre todo Raúl Jacobo, quien para 1962 cuando cumplía sus 20 años de edad ya comenzaba a manejar dinero estable, de todos ellos este fue el que más amaso bienes, sedujo mujeres y engendro más hijos, 26 en total, de los cuales permanecen 23 junto con 63 nietos.
Promovía el empresarismo en todo aquel que quisiese o tuviese la necesidad de abrir un negocio, siendo en muchos casos el gestor de la idea. Se identificó arduamente con la superación personal, razón por la cual siempre motivaba e impulsaba la formación académica e intelectual en sus hijos, familiares y quizás también en particulares; no escatimando gastos para financiar sus estudios ya fuese en Riohacha, en otros lugares del país, como también en el exterior.
estatutos BÍBLICOS, que
afirman inconmovible
convicción: “Donde abundo el
pecado sobreabundo la gracia”
Romanos 5:20. Bajo este aliciente se enjugan en su totalidad las tragedias y sinsabores vividos por la familia Gómez Castrillón; quien a pesar de la extinción de su gran patriarca, esta se ampara bajo una enorme herencia de emprendimiento, superación y triunfos, en manos de sus hijos, nietos, sobrinos y demás familiares; que en la actualidad se ve reflejada a través de una rica gama de profesionales y empresarios en todas las arias: Medicina, Política, Economía, Artes, Cultura y demás especialidades. La muerte del gavilán fue un lamentable suceso, pero a la vez un definitivo triunfo; si se podría decir, ya que ello logró que las familias Gómez – Pinto sometidas a múltiples lides y conflictos firmaran exactamente un año y siete días después el contundente y definitivo pacto de Paz. Idea nacida de Álvaro Radillo Asís, miembro de las dos familias, debido a su preocupación por los mutuos rencores de las mismas, Álvaro Radillo habla con Ricardo Pinto Quintero, en aquel momento representante de la familia Pinto, quien le da su total beneplácito; y así cumplir con los anhelos de paz del fallecido Raúl Jacobo y los jóvenes de la familia Gómez. Después de la conversación sostenida con Álvaro Radillo, Ricardo Pinto opta por hablar con el entonces gobernador del departamento de La Guajira doctor Jorge Eliécer Ballesteros Bernier, quien a su vez de dar la aceptación encarga a su secretaria de gobierno la doctora Claudia María Sabino Fajardo para que se ocupe del proceso el cual se lleva a cabo con pleno éxito en la casa de la misma para la fecha del 31 de Enero de 1992, luego de realizarse las conciliaciones pertinentes al caso; dicha negociación estuvo respaldada por las autoridades eclesiásticas, estatales, civiles y militares del departamento, al igual que muchas personalidades distinguidas. El doctor Ballesteros aportó a la causa un granito de arena otorgándole a los jóvenes de ambas familias el aval de estudiar gratuitamente en la Universidad de La Guajira, lo cual en lo porvenir les abrió horizontes para prepararse profesionalmente y cumplir muchas de sus expectativas y proyectos de vida. El acuerdo bilateral entre otros medios de prensa hablada y escrita de índole local y nacional fue cubierto por el noticiero Q.A.P de mucha sintonía en toda Colombia para aquel momento y del cual conserva sus archivos el canal RCN; este noticiero al igual que los otros medios, organizó entrevistas en las casas de María Sabino y Danilo Gómez respectivamente. Días seguidos al pacto firmado, el doctor Horacio serpa Uribe ministro de gobierno durante el mandato del presidente Cesar Gaviria y exgobernador del departamento de Santander, arribó a la ciudad de Riohacha y escuchó el boom de los acontecimientos; razón por la cual convocó una reunión con los paz – habientes quienes le narraron los más mínimos detalles del proceso, ante ello el doctor Serpa opinó a manera personal que este sería un excelente modelo digno de aplicar en otras negociaciones de paz hechas en el país. En 1993 y para la misma fecha del acuerdo pactado, la doctora Paulina Robles, funcionaria de la gobernación durante la administración Ballesteros realizó una conmemoración titulada “Un Año Después”, seguida de una Mención Honorifica que para el mes de marzo el doctor Jorge Ballesteros le confiere a Danilo Gómez y a Ricardo Pinto.
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