Nunca hay que olvidar que para Sartre esta obra magistral aguardaba la intención de plasmar sus pensamientos más profundos y que es mucho más interesante una lectura desde el punto de vista filosófico que prestar un poco de atención a la forma. En esto último creo que, a medida que pasan los años, va perdiendo pues tiene un pequeño toquecito que hace que parezca un libro antiguo.
De todas maneras, es un título indispensable que hay que leer. Siempre, eso sí, teniendo en cuenta su contexto, sus influencias y lo que aportó al pensamiento europeo. Considero a Sartre un magnífico pensador, pero quizás no un estupendo literato.