(Cinco meses separan a estas portadas.)
ETA lleva años sin matar y desaparecida del ruido mediático. Sin embargo, algunos están empeñados en que resucite, en que vuelva a la vida. De una parte a ahora, el hartazgo ciudadano ha propiciado el resurgimiento de nuevos partidos. Esto se ha traducido en un miedo por parte de los partidos tradicionales que ven peligrar su placidez y sus sillones. Así pues, procede comenzar con manipulaciones y mentiras torticeras.Como si fuera un hombre del saco, si nombras ETA en España puedes nublar la razón de cualquier español. Ya se vio desde el principio que la derecha no se iba a amilanar porque ETA dejase las armas. Para ellos, ETA está detrás de todo aquello que les molesta (recordemos como durante años periódicos como El Mundo partidos como el Partido Popular han sostenido la teoría de la conspiración del 11-M).Hace años se empezó a hablar de que la Venezuela de Hugo Chávez acogía a terroristas de ETA fugados. Tanto la Oposición venezolana como la derecha española pusieron el grito en el cielo. Incluso esgrimían como prueba el libro El palestino, de Antonio Salas, aunque este investigador ya denunció en aquella época que sus datos estaban siendo manipulados por los interesados.ETA estaba detrás de todo. Del Gobierno chavista, del 11-M... Y entonces surgió Podemos, un partido que dio la sorpresa al conseguir, en menos de seis meses de vida, lograr cinco eurodiputados. Y las alarmas se encendieron en el bipartidismo tradicional. Antes habían surgido otros partidos que se autodefinían como alternativa (UPyD, por ejemplo) pero no habían logrado el éxito de Podemos, ni poner nerviosa a la casta gobernante. Y ya se pasó a la estrategia de "Todo es ETA". La PAH, Podemos, Ada Colau, Pablo Iglesias, los huelguistas, los bolivarianos, Compromís, el PSOE, Izquierda Unida, los que denuncian corruptelas... Además, con Podemos se riza el rizo a que se les acusa de ser chavistas, bolivarianos y etarras. Todo mezclado pero no agitado.Así hasta estos días en que, en plena campaña, surge de nuevo ETA. Pero no ejecutando atentados como antaño, sino a través de declaraciones de dirigentes de la derecha más rancia. Por ejemplo, Esperanza Aguirre, candidata a la alcaldía de Madrid por el PP, no duda en utilizar los presos de ETA contra Manuela Carmena, la candidata de Ahora Madrid (partido formado de la unión de Ganemos Madrid y Podemos Madrid). El Mundo publica en portada que los presos de ETA quieren que gobierne Podemos (noticia que no es nueva, ya que algo parecido publicó ABC el 8 de diciembre de 2014). Y para colmo, en Vitoria se producen incidentes durante la detención de tres condenados de Segi. Con imágenes que nos retrotraen a pasadas más oscuros. Como la de un hombre al que le meten la cabeza en una fuente. A plena luz del día.
Al otro lado, Jordi Évole firmó uno de las mejores entrevistas televisivas de los últimos años en la televisión española al entrevistar a Iñaki Rekarte, exterrorista de ETA.
En fin, ahora que estamos viendo que el mapa político español se fragmenta más aún, que aparecen nuevos colectivos sociales y ciudadanos, conviene generar más crispación para que la gente tenga que elegir entre el caos o los de siempre. Si se utiliza sin ningún escrúpulo el dolor de las víctimas no pasa nada. Lo importante es que la gente asocie izquierda y movimiento social con terrorismo. Si se llega a cotas esperpénticas y ridículas, no pasa nada.
(El diario La Vanguardia relacionando a Ada Colau con Bin Laden.)
Este domingo ha elecciones municipales y autonómicas en España. La campaña a está llegando a su fin. Lo más probable es que haya un vuelco electoral, aunque moderado. Esto provocará que los de siempre se pongan mu nerviosos. Y en noviembre hay elecciones generales. Así que, si 2011 fue el año de la muerte de ETA, el 2015 tiene pinta de que será el de su resurrección en forma de espectro político.Algunos estaban demasiado cómodos y acostumbrados a la violencia terrorista. Ahora, sin ella, se sienten huérfanos. Y no me refiero a los abertzales.