“¿Cuánto podemos soportar, Elena? —y cuando levanta la mirada, ella se da cuenta de que tiene los ojos humedecidos—. Cada caso… es como si nos arrancaran un trozo de alma. Llegará un día en que no nos quede nada.
A Elena le gustaría encontrar las palabras que confortaran a Zárate, pero no es capaz. Ella piensa lo mismo. Se hunden cada día un poco más. Tal vez ya no quede nada por debajo de eso. Tal vez, como dice Zárate, ya no les quede alma. Capacidad de sufrimiento. Sin embargo, recuerda que pensó lo mismo al perder a Lucas: ¿no había terminado la muerte de su hijo con lo poco de humanidad que había en ella? La respuesta es no.”
Es la noche del fin de año chino, empieza el año del cerdo. Chesca, al mando de la Brigada de Análisis de Casos desde hace un año, ha quedado con Ángel Zárate, pero en el último momento este le da plantón. Aun así, ella sale a divertirse, conoce a un hombre y pasa la noche con él. A la mañana siguiente, tres hombres rodean su cama, a la espera de unirse al festín. Y un repulsivo olor a cerdo impregna la estancia.
Después de un día entero sin dar señales, los compañeros de la BAC empiezan a buscar a su compañera. Cuentan con una ayuda inestimable: Elena Blanco, que, aunque dejó la policía tras la debacle que supuso el caso de la Red Púrpura, no puede dar la espalda a una amiga. Pronto se darán cuenta de que tras la desaparición de Chesca se esconden secretos.
¿De qué va la novela?
Desde que la inspectora Elena Blanco dejó su puesto de policía en la BAC, Chesca ha ocupado su lugar y su despacho y ahora también mantiene una relación sentimental con Zárate. Una noche en la que él prefiere quedar con sus amigos a salir con ella, despechada, se va sola a tomar una copa y tiene la maldita desgracia de cruzarse con la persona equivocada, en el momento equivocado. Al día siguiente no se presenta a una cita importante que tenía en los Juzgados, ¿dónde está Chesca?
Su desaparición coincide con el regreso de la exinspectora Elena Blanco a la ciudad, que ahora se dedica a ayudar a su madre en sus negocios y obras benéficas. Pero cuando se entera de lo de su amiga, no puede evitar incorporarse de nuevo de forma provisional al equipo de la BAC, para ayudar en la búsqueda. Elena, en el fondo sigue enamorada de Zárate que a la vez se siente culpable por haber dejado sola a Chesca.
Ahora, ¿qué hago de mi vida sin ti? Tú no me enseñaste a olvidarte, solo me enseñaste a quererte.
Hay tres tramas principales:
-- La de Valentina, una mujer sudamericana embarazada que trabaja en un burdel y ve la luz cuando un día un tal Antón se ofrece a sacarla de ahí y casarse con ella. La pobre creyendo que él le podrá ofrecer una vida mejor a ella y a su hijo, acepta, sin ser consciente de que se está metiendo en la boca del lobo.
-- La del equipo de la BAC buscando a contrareloj a Chesca, con Elena otra vez al mando recopilando las pistas que encuentran en su casa (como un DNI falso con su foto) e investigando datos que les ayuden a averiguar lo que ha podido pasarle y descubriéndonos, al mismo tiempo que a sus compañeros, algo escalofriante que le ocurrió cuando era adolescente.
-- Y por otro lado vamos sabiendo que pasa con el secuestro de Chesca, después de que tres hombres, o mas bien tres bestias, la violaran en aquella casa.
Lo primero que llama la atención es el título, es curioso ¿verdad? Te preguntas ¿porqué se titulará La Nena? Pues según avanzas en la lectura lo descubres, todo tiene una explicación que en este caso te pone los pelos de punta.
—¿Cómo te llamas de verdad? La Nena no es un nombre. La niña no responde.
—¿No me lo dices? ¿Quieres saber cómo me llamo yo? —insiste Chesca para ganarse su confianza.
—Prefiero que no me lo digas.
—Me llamo Chesca.
—Noooo, no me lo digas, tonta. La Nena cruza los brazos en señal de protesta.
—¿Quieres saber de dónde viene Chesca?
—No.
—¿Por qué no? ¿Es que no quieres ser mi amiga?
—No.
—¿Por qué?
—Porque si nos hacemos amigas, me va a dar mucha pena cuando te maten.
En esta tercera entrega, no todo gira en torno a Elena, no. Más bien toda gira en torno a Chesca, un personaje que siempre me ha gustado, por su carisma, por su forma de ser. Y hay una nueva incorporación a la BAC, la sobrina del Comisario Rentero, Reyes, una chica también bastante peculiar y a la que en principio reciben con cierto recelo, porque piensan que es simplemente la “sobrina de”, la enchufada. Compañera de Orduño, tendrá que luchar duro por hacerse un hueco y demostrar su valía.
Somos un departamento que sirve un poco para todo, desde casos que se atascan, investigaciones mal hechas o inspectores que no están siendo muy profesionales con su trabajo, hasta archivos antiguos que se abren de nuevo por algún motivo. Es decir, aquí puedes investigar una red de trata de blancas en León un día y un asesinato de 1984 el día siguiente.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Las tres novelas de la saga me han parecido muy buenas, pero si tuviera que mojarme, diría que “La Nena” es la mejor (junto a la primera, “La novia gitana”), de hecho es la que más rápido he terminado. Os confieso que lo que más me gusta de las novelas de esta autora (o autor, recordemos que Carmen Mola es un pseudónimo porque no quiere darse a conocer) es la dureza extrema de sus argumentos y también la originalidad de los mismos. No sé como lo hace, pero las historias que idea no son para nada normales, esta mujer (u hombre) lo lleva todo al límite. Y en este caso no se ha quedado corta, no, porque es desgarradora y brutal, en algunas ocasiones quizás en exceso.
No ve venir el mordisco. Al principio oye un ronroneo, como si estuviera disfrutando por adelantado, después nota un lametazo muy breve, con la punta de la lengua, que es la que marca el lugar de la incisión, y por fin los dientes clavándose en su piel y desgajando un trozo de carne. Grita ante el dolor inesperado, y vuelve a gritar al ver que de la boca de Antón cuelga un trozo de su moflete, un manjar que él sorbe y paladea entre exclamaciones de placer.
No se priva de nada: una casa de los horrores, unos personajes que solo de imaginártelos te dan verdadero pavor (porque no controlan y no saben distinguir el bien del mal, no parecen tener límites), violaciones salvajes, el olor a sangre que lo inunda todo, maltrato animal, canibalismo, y no sigo. . . Aunque también os digo que la he disfrutado mucho.
Resumiendo: “La Nena” me ha parecido una lectura absorbente, escrita con un estilo ágil y fluido y algunas secuencias muy cruentas no aptas para estómagos delicados (hay una en especial en la que he tenido que parar un poco, cerrar los ojos y respirar, y mira que yo soy resistente) Una novela dura que destila sangre y violencia por todos sus poros, pero que me ha encantado
Es un espectáculo espeluznante: cerdos deformes, jorobados, algunos sin patas, los hay que se muerden los unos a los otros, ojos inflamados a punto de explotar y un penetrante olor a mierda…
Así que ya sabéis, os la recomiendo pero no a todos los lectores, solo a los que tengáis un estómago a prueba de bomba. Mi nota esta vez como no podía ser de otra manera, la máxima:
“Todos queremos venganza, porque hay delitos para los que no existe más justicia que la muerte.”