¡Buenas a todos!
Hace unos días que tengo algunos problemas con el ordenador. A parte de que se quede colgado, la faena que me ha hecho es no guardar archivos cuando se lo pido, por lo que algunas reseñas que tenia terminadas, han vuelto a estar en borrador.Así que para no dejaros mucho tiempo descolgado, ni recurrir a entradas de recopilación, os dejo una reseña que publiqué en otra plataforma hace unos años. (Puede que la estructura varíe un poco)
Para saber más del autor, AQUÍ.
Argumento
La guerra ha estallado en un país asiático donde vivía el Señor Linh. Este era campesino y trabajaba en los campos de arroz con su hijo y nuera, que acababan de tener una hija. Desgraciadamente una bomba acaba con la vida de ambos y el señor Linh decide abandonar su país, llevándose a su nieta, que milagrosamente ha sobrevivido.
Desembarcan en un nuevo país, donde nada le es familiar, no entiende el idioma y no conoce a nadie. Les alojan en un piso de refugiados, junto con dos familias de su misma nacionalidad y el estado les mantiene durante un tiempo. A pesar del miedo por la seguridad de su nieta, por su salud, comienza a salir a dar paseos por la ciudad.
En una de esas escapadas conoce al señor Bark, y sentados en un banco, con su nieta firmemente protegida, comienzan su amistad. A pesar de que no se entienden el uno al otro, la soledad que sentían antes de conocerse, les une profundamente.
Personajes
Realmente esta novela es muy sencilla, y como personajes solo se podrían mencionar a tres, aunque haya algunos secundarios que resultan importantes en la historia.
El señor Linh es un hombre sencillo, absolutamente pobre y poco instruido. Me atrevería incluso a decir analfabeto, aunque en ningún momento se podría deducir eso o lo contrario de la lectura. Se encuentra desorientado: ha hecho un viaje de 6 semanas en barco hasta un país desconocido, donde no entiende a nadie, donde nada se parece a su vida anterior.
Ha perdido a su familia y solamente le queda su nieta, a la que adora con locura y se desvive por ella. Realmente es lo único que le queda en el mundo, porque le resto lo ha dejado atrás o se lo han arrebatado. Conserva en su maleta una vieja foto (quizá la única que ha tenido nunca) y una bolsita de tierra, para no olvidar nunca de donde viene.
Su nieta, Sang Diu, es aún muy pequeña para poder aplicársele un comportamiento o una personalidad. Pero da la sensación de que a sus 6 semanas de vida (tal vez de 3 a 6 meses en todo el transcurso de la novela) entiende perfectamente lo que sucede y actúa siempre ayudando a su abuelo, nunca llora o hace ruido. Solamente se conforma con lo que tienen y se muestra feliz con las pequeñas cosas.
El Señor Barkes descrito como un hombre gordo, aunque a las pocas páginas deja de utilizar ese término para llamarlo corpulento o grande. Realmente es un contraste importante con el señor Linh, que podemos imaginarlo como un hombrecillo pequeño, delgadísimo, ya sea por la constitución de su etnia o por su estado de refugiado.
Este hombre no parece darse cuenta de las diferencias que existen entre ambos, y le trata como a un amigo, le hace confidencias y le habla de su vida, totalmente inconsciente de que les separa la barrera del idioma. Pero hay alguno que les une más que cualquier cosa: la soledad.
Ambos han perdido cosas y personas muy importantes en su vida: uno a su familia y su país; el otro a su mujer a la que idolatraba. Y es que aunque parezcan tan dispares, en el fondo no son tan diferentes.
Mi opinión
No sé si a estas alturas será necesario aclarar que el libro me ha gustado mucho. Y uno de los principales motivos es la sencillez, pero no en el sentido de que sea fácil de leer (que no niego que lo sea). Sino simplemente que es simple, y por tanto también muy bonito.
La historia realmente no tiene mucho que contar, la mayoría de sus páginas son reflexiones, recuerdos. No ocurre realmente nada excepto en 3 ocasiones: cuando llega al país, cuando es trasladado y en el final. Así que lo que deja es lo esencial, una historia preciosa con un trasfondo genial.
El caso no es que sea un libro súper-reflexivo, muy metafísico y sentimental. Porque yo soy la primera que digo, que si tuviera solamente 30 páginas más, sobraban. El autor dejo exactamente lo que hacía falta, ni más ni menos. No hay nada que echemos en falta, ni nada que se pueda eliminar.
Hay otros dos conceptos que caracterizan el libro: la soledad y la amistad, y el autor lleva ambos de la mano. A mí me parece muy tierna esa amistad que surge de la nada por un detalle que puede parecer estúpido: un hombre se siente solo, muy solo, y habla con un desconocido que simplemente le escucha. Es más de lo que podemos esperar de mucha gente.
Aunque es un poco triste pensar que aunque su amistad les mantiene a flote, es algo que no puede cubrir esa soledad que sienten. Pero es que no es la soledad del tipo no tengo amigos, nadie me entiende, no quiero relacionarme con nadie. Cuando has tenido algo que lo era todo para ti, y de repente desaparece, la soledad tiene que ser realmente un agujero negro.
Hay un detalle que me gusta mucho en el libro, y es la canción que le canta a su nieta. De hecho, la única que se sabe. Quizá sea solamente una invención, y no tenga música, pero en mi imaginación le pongo una melodía asiática muy dulce:
La mañana siempre vuelve
siempre vuelve con su luz
siempre hay un nuevo día
y un día serás madre tu
Esta historia yo creo que es un poco atemporal. Tanto la localización como el periodo en que se da, puede aplicarse a bastantes situaciones. Podría ser Camboya, Vietnam,…. Y el país de recogida cualquier país occidental, con una civilización en la costa: Marsella, Barcelona,… Solamente por poner un ejemplo europeo y cercano.
Aunque esto es lo de menos, porque lo realmente importante no está en el dónde ni el cuándo sino en el qué.
La novela es muy sencilla de leer y se hace bastante rápido. Eso es un punto a favor, para los que no tenemos tiempo y además nos gusta leer buena literatura. Aunque si le sigo sumando más puntos, esto se va a salir del marcador
Dejémoslo en 4 estrellas, muy recomendable. Eso sí, solamente para los que saben que van a encontrarse, porque si no te gusta este tipo de literatura, no te va a gustar porque yo lo recomiende. Simplemente: a quien le apetezca, realmente merece la pena.