No puedo hacer la crónica del pseudo-secreto show de ayer en Rocksound -la promoción fue nula hasta un par de días antes, al menos en mis canales habituales- de los canadienses No Sinner por que me quedé en la puerta. Sabía que, oficialmente, el concierto empezaba a las 22.30, pero por obligaciones deportivas no pude llegar hasta las 23.15. La impuntualidad es casi Ley Constitucional en Rocksound, pero por una vez el recital empezó a su hora. "Son 22,5€, quedan 20 minutos de concierto y no puedo colarte, con este promotor no hay confianza" -me dijo el portero. El citado promotor, un tío al que no había visto en mi vida, estaba a 2 metros y probablemente escuchó la conversación, pero ni salió de él invitarme a entrar, ni me apetecía rogarle, ni, por supuesto, iba a pagar 22,5€ por 4-5 temas -por muy rica que esté Colleen Rennison. Arranqué la moto y para casa. No pasa nada.
En las horas previas, barajando la posibilidad de asistr al evento con mi círculo rockero de confianza, nadie estaba al tanto de la existencia de esta banda. Pensaba que en alguna ocasión ya había tecleado sobre No Sinner en este blog, pero supongo que no, que simplemente he seguido la evolución de su carrera a través de H@mbre de Rock&Roll. En cualquier caso, recomiendo la escucha de "Old Habits Die Hard", un buen álbum de rock clasicote con hembra al frente.